Capítulo 22

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Narra Ash:

El sonido de los pájaros en el bosque me transmitía paz, abri ligeramente mis ojos me encontraba en el mismo sueño de la otra vez.

A mis lados estaban Beniko y Kotaro. Veía a ambos con confusión, pero algo decía que debía ir donde Beniko.

Otra vez aquí Kotaro, dime, ¿Quien es mejor?, ¿Ella o tu muñeco? —El otra vez.

Dudaba de lo que iba a hacer. Pero aprete los puños y corrí hasta donde estaba Kotaro. Salte a sus brazos y el me sostuvo sin dejarme caer. Una suave lluvia empezaba a caer mientras el dejaba un beso en mis labios que se sintió tan real.

En un simple pestañeo estabamos en un cuarto oscuro. Kotaro me abrazaba fuertemente y dejó un beso en mi cuello.

Al fin estuvimos juntos, siendo uno solo. Te entregaste a mi, y yo me entregaré a ti. Quiero que te ilusiones conmigo, hasta más no poder. Yo las cumpliré todas, por qué te amo más de lo que puedes imaginar...

Narra Kotaro:

Me desperté lentamente. Sentía la boca seca y tenía un gran dolor de cabeza. No recuerdo nada!. Veía un poco borroso.

Al darme cuenta de donde estaba casi me levanto exaltado, pero no lo hice por un pequeño peso en mis brazos. Al verlo no lo podía creer, ¿Ash?.

La situación era comprometedora. Por lo que con un brazo alce un poco la sabana... Dándome cuenta de la verdadera situación. ¡Ash y yo estábamos desnudos!, era más que obvio lo que pasó aquí.

Ash y yo habíamos tenido sexo.

Ash se aferraba a mi de una manera tan tierna. Sonreí al verlo, mi corazón latía a mil y sentía las mejillas levemente coloradas.

—Al fin estuvimos juntos, siendo uno solo. Te entregaste a mi, y yo me entregaré a ti. Quiero que te ilusiones conmigo, hasta más no poder. Yo las cumpliré todas, por qué te amo más de lo que puedes imaginar... —Dije en un susurro mientras me volvía a acostar abrazando aún más a Ash.

—Kotaro hijo, baja a desayu... —Había entrado alguien a la habitación.

Era un hombre de cabello blanco, con ojos grises. Con un traje puesto y se quedó totalmente sorprendido al verme así en esa situación.

—¡KOTARO AISHI! —El grito de ese señor hizo que Ash se levantará.

El quedo completamente desubicado por el grito de su padre. Se quejó levemente mientras se sentaba y dejaba al aire su torso con cicatrices de quemaduras, que lo hacían ver más lindo. Al darse cuenta de la situacion, se sonrojo mucho y se tapó con las cobijas.

—P-papá, puedo explicarlo... —Ash sonaba temeroso.

—Pónganse algo, y baja a desayunar... —El señor se fue de la habitación.

Una voz femenina se escuchaba afuera de la habitación. A la habitación de Ash había entrado una señora azabache, con ojos negros y una bata rosa, que dejaba a ver una pequeña barriguita.

—Oh... Bueno, los esperaremos abajo... —Dijo yéndose y cerrando la puerta.

Ash se levantó de la cama, cuando intentó hacerlo cayó al piso. Enseguida me levante y le ayude a levantarse. El me veía agradecido.

—Lo siento... —Dije mientras lo cargaba llevándolo al baño.

—No te preocupes, total... Tu eres el amo aquí no...? —Dijo mientras se sonrojaba.

Pase de largo su respuesta y lo lleve al baño. El lleno la bañera y se metió en ella. Al detallarlo,me di cuenta que tenía mordidas en todas partes, junto con chupones y rasguños. Una gran marca de una mano resaltaba en uno de sus glúteos, además de que también había marcas de dientes y uno que otro chupon. Joder, fui tan intenso?.

—Ven... Entra... —Ash me ofreció bañarme con el.

Acepte y me metí a la bañera.
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Tenía los nervios a flor de piel. El papá del amor de mi vida tenía un semblante frío y aterrador. Me lanzaba miradas asesinas y parecía decepcionarse de Ash cada vez que lo veía.

—Escúchame, desde cuando conoces a mi hijo?, ¿Como terminaron en la cama?, ¿De que familia vienés?, ¿Y cuáles son tus intenciones—El papá de Ash soltaba sus palabras con odio.

—Megamo...

—Ayano, por favor haz silencio! —El señor le había gritado a su esposa. Como fue capaz de hacer eso.

—¡No haré silencio!—Ella le regresó el grito—¡Esta vez voy a hablar y me vas a escuchar!.

~ 𝔼𝕟𝕒𝕞𝕠́𝕣𝕒𝕥𝕖 𝕕𝕖 𝕞𝕚 ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora