»MEJOR DUÉRMETE OTRO RATO«

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(Ahora)

Morgan

Se llevaron a todos los cocineros heridos y yo limpié su estúpida cocina en lo que él se cambiaba, luego llegó con un traje blanco elegante de cocinero. Me le quedé viendo un momento, se le veía muy bien. El cabello le caía por el rostro, parecía despreocupado.

–Prende la estufa por favor– Pidió amablemente señalando una de las tantas que había.

Con aburrimiento busqué el encendedor en unos cajones, saqué uno y prendí rápido el fuego. Él sacó varías cosas de un refri, pescado, verduras, otras especias.

–Siéntate por allá– Dijo señalando la barra donde cocinaba, yo hice eso.

Me senté detrás en una silla alta. Lo veía cortando el... ¡Salmón! Además de ajos, almendras, especias raras y otras cosas más. Lo observé y... Noté que aún tenía unas gotitas de sangre en la cabeza, arribita. Hice una mueca, tomé un trapo de cocina de por ahí y rodee la barra, después me acerqué a él, interrumpí lo que hacía y jalé su brazo para que se agachara. Él estaba confundido pero cuando puse los dedos sobre la mancha de sangre se quejó y se apartó.

–Oye, tienes un hoyo– Dije jalando su brazo.

El se quitaba y yo lo jalaba.

–Déjame ver, no te muevas– Lo regañaba y me subí a la barra– Tienes un agujero, tráeme el botiquín y te limpio.
–¿Limpiarme? Tu me lo hiciste– Dijo cuando lo solté y se tocó ligeramente la cabeza, luego se quejó.
–Ay no seas dramático– Dije entre cerrando los ojos.
–¿Dramático? ¡Esto es sangre y me golpeaste con un sartén de aluminio!– Se quejó de nuevo y lo miré feo.
–Estoy intentando pedir perdón, tráeme un botiquín– Hablé enojada y se dió la vuelta algo molesto.

No era ana disculpa sincera del todo, pero me sentía algo mal por que me salvó y yo lo golpeé varias veces.

–Eso no parece una disculpa– Contestó caminando por ahí, y abriendo una caja grande con puerta de cristal, sacó varias cosas– Además el salmón debe estar exactamente diez minutos en el fuego bajo.
–Una disculpa no verbal, no todo son palabras... Mi hermano jamás me dice que me quiere pero de vez en cuándo me empuja con el hombro y me sonríe muy bonito– Expliqué con media sonrisa y un suspiro– Tigger no agradece cuando le sirves la comida pero te aparta la silla para que te sientes y luego la recorre, Navy...– Y recordé fugazmente cómo fue que terminé en el mar– Navy... Llega a ti con un par de datos interesantes sobre cualquier cosa esperando que aprendas algo... Así te dice que confía en ti.

Me dió lo que sacó del botiquín y suspiró, no parecía confiar en mí para revisarlo y yo me encogí de hombros, no lo culpaba. Movió el pescado en el sartén y regresó.

–No tengo idea de quienes son ellos pero... Cuando te saqué del agua dijiste ese nombre, Navy... Extraño, al principio creí que la armada tenía algo que ver con lo que te pasó ¿Cómo llegaste hasta aquí?– Preguntó y me le quedé viendo un momento a los ojos, unos lindos ojos azules.

No tenía la intención de contestar, además sentía un nudo en el estómago, no quería ni pensar en eso. Él parecía darse cuenta de eso, así que suspiró y se agachó.

–Uh– Dije viendo la sangre y un agujero no muy profundo.
–¿Está muy mal?– Preguntó y saqué el algodón, también el alcohol.
–Digamos que no es una lobotomía... Pero ahora pareces alcancía– Expliqué y se rió, fruncí el ceño, se movía mucho– Quédate quieto.
–Gracias al cielo no usaste un sartén de hierro fundido esmaltado– Suspiró y me reí un poco... Aunque la idea era tentadora.

Suspiré, él estaba un poco lejos así que lo acerqué a mí.
Puse el algodón sobre la herida y se quejó, pero seguí limpiando con suavidad. Los cabellos rojos volvían a ser amarillitos y claros. No necesitaba sutura ni gasas, solo limpiar.

QUEEN OF HEARTS- SANJIxTUxBUGGYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora