QUEEN OF HEARTS- SANJIxTUxBUGGY

»SMOKE KISS«

Rosemary

Estuve un rato sirviendo y recogiendo platos en el restaurante hasta que en algún momento... Me detuve en seco al sentir una mano golpear mi trasero justo cuando pasé junto a una de las mesas. Miré a mi lado, había un grupo de piratas riéndose.

–Espero te haya gustado porque será lo último que tocará tu asquerosa mano– Gruñí dejando caer las botellas cristal, hice una espada de hielo y me giré lavantándola por atrás.

Gritos. Sangre. Una mano cayó al suelo.

Y Sanji salió de la cocina al escuchar el ruido de las cosas rotas, Zeff le siguió.

–¡¿Que estás haciendo?!– Preguntó el rubio y levanté una ceja.
–¡Largo de aquí o seguirán ustedes!– Les grité a los otros cuatro.

Uno de los piratas sacó un cuchillo y me señaló.

–Maldita hija de perra– Dijo con enojo y yo fruncí el ceño.

El tipo de la mano que ahora estaba en el suelo gritaba y se fue corriendo hasta la salida, dejando sangre por todos lados.

–¡Morgan! ¡No permito peleas en mi restaurante!– Gritó Zeff y derretí la espada.
–No es una pelea– Susurré viendo directo a los ojos a ese sujeto que parecía dudar en si apuñalarme o no, los otros tres me veían nerviosos.

Sanji se acercó con calma.

–Señores, les pido una disculpa– Habló el rubio viendo de reojo la extremidad en el suelo.
–¡Su puta sirvienta morirá!– Gritó el pirata levantando el cuchillo.

Y Sanji saltó, giró en el aire, levantó una pierna y pateó con fuerza al hombre haciéndolo caer de inmediato... Me le quedé viendo sorprendida.

–Olvida la disculpa– Dijo Sanji con el ceño fruncido– Llévense a su amigo.

Los otros tres tomaron al que estaba inconsciente y se fueron arrastrándolo.

–Te dije que sin problemas– Habló Zeff y luego levantó la vista a los otros pisos arriba, donde gente nos miraba con miedo– Una ronda de cócteles para todos en disculpa por lo que acaban de ver– Luego se dirigió a mí– Nada importado y ni siquiera pienses en que te dejaré ir después de esto.
–Disculpa si no me gusta que piratas asquerosos me manoseen el trasero– Gruñí levantando la bandeja del suelo.
–¿Qué?– Preguntó Sanji levantando una ceja– Voy a cortarle la otra mano.
–No necesito que me “Cuides” ya lo arreglé, lo que sí necesito es una escoba– Contesté molesta empezando a levantar los cristales rotos.
–Vas a lastimarte– Dijo Sanji agachándose y empezando a recoger también los cristales más grandes.
–Es justo lo que te estoy...– Traté de decir pero al levantar la cabeza, lo ví ahí ayudándome con calma y la mejor de las intenciones– Gracias, pero tú eres el cocinero, yo la que debe limpiar, vuelve a tu lugar.

Y solté un quejido al sentir cómo me cortaba la palma de la mano con un cristal. Bajé la vista, unas gotas de sangre escurrían por ahí.

–Te lo dije– Habló Sanji sacándose el pañuelo que llevaba en el cuello.

Tomó mi mano con delicadeza y la enredó en el pañuelo que le daba varias vueltas. Esa acción suavizó todo el enojo que había sentido segundos antes. Ese gesto... Nadie me había hecho algo así antes, con tanta delicadeza y atención.

–¿Y mi besito para que se cure más rápido?– Pregunté con cara triste levantando la mano, quería bromear porque no sabía cómo actuar con un gesto de amabilidad genuino.
–Buen intento, tal vez después– Repitió lo que le dije por la mañana y sonreí aunque si me decepcionó.