QUEEN OF HEARTS- SANJIxTUxBUGGY

»ZEFF PIERNA ROJA«

(Ahora)

Morgan

Recordaba la voz de Sanji hablando acerca del azul infinito, recordaba cada palabra que mencionó mientras yo estaba entre la vida y la muerte... También recordaba cuántas veces mis hermanos y yo pasamos horas y horas fantaseando con encontrarlo.

Pero imágenes venían a mi cabeza, no podía solo descansar, no cuando posiblemente Navy estaba muerto, cuando mis hermanos podrían estar a la deriva y mis amigos quizá perdieron la pelea junto con el barco, nuestro preciado hogar.

–¡Al menos ya solo queda uno!– Se rió Navy viendo como el Teniente Miauricio acababa de ser cañoneado.

Y el estallido de una nueva bala se escuchó. Lo único que pude hacer fue empujar a Blue fuera de la trayectoria de la bala, pero jamás supe si logré salvarlo.

Abrí los ojos. Sentía que sudaba en frío, mi cuerpo estaba rígido y mi respiración agitada, me senté rápido.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y me abracé a mí misma.

De pronto Sanji y Zeff entraron corriendo, el primero con un cuchillo de cocina, el otro con una pistola... Al ver que nada había ocurrido se acercaron a mí y yo escondí la cara entre mis rodillas.

–¡¿Qué pasó?!– Preguntó Sanji y yo negué rápido– Escuchamos un grito.
–Nada pasó– Contesté con la voz entre cortada– Solo... Un mal sueño.

Me parecía lindo que hubieran venido en cuanto me escucharon gritar y... ¿Qué hacía yo en la cama? Seguramente me trajeron hasta aquí.

–Entonces... Vuelve a dormir, no fue real– Dijo Zeff como tratando de consolarme pero no sabía cómo y no parecía ser bueno en eso.

Yo lloraba un poco porque sabía que eso sí que era real, era algo que pasó recientemente... Y sentí que ese hombre grande me acarició la cabeza rápido, o lo intentó y yo levanté la cara algo confundida.

–Ah... ¿Ah?– Pregunté levantando una ceja, tenía una lágrima en mi mejilla pero eso ya no me importaba– Gr-Gra... Cias.

Miré a Sanji, él también se veía confundido.

–Si... Tienes algo solo... Llámanos– Dijo Sanji dando la vuelta para irse– O si quieres que me quede para cuidarte...

Negué rápido y ambos nos quedamos un momento cruzando miradas, parecía preocupado, pero al mismo tiempo aliviado de verme bien... Y me sentí más calmada viendo sus pacíficos ojos azules, cristalinos, brillantes a pesar de la poca luz. Luego sonrió fugazmente y se fueron después de apagar la luz.

Me quedé ahí en completa oscuridad, viendo el techo y volviendo a llorar. Estaba esperando unos minutos hasta que se durmieran para salir a buscar ese teléfono, de verdad necesitaba saber que mi familia estaba bien.

Aunque pensaba también en cómo habían entrado... Se preocuparon por mí y no he hecho más que insultarlos y quejarme. Normalmente no me importaría pero por alguna razón me agradaban... Tan solo un poco.

Esperé al rededor de veinte minutos y luego lentamente me levanté de la cama... A la que no estaba segura de como había llegado... Caminé en silencio a la puerta y me fijé en la ventanita redonda antes de salir. Trataba de ser lo más silenciosa posible en mi camino a dónde quiera que fuera... Pero iba de puntitas hasta llegar al restaurante y subí una de las escaleras, revisé cada puerta del segundo piso y nada, había almacenes, baños, más salas de restaurante, luego el tercer piso, nada, el cuarto... Esta porquería tenía pisos a montones pero... Pude encontrar una gran sala con escritorios, cuadernos y... Un Den Den Mushi. Seguro aquí era donde se encargaban de todo lo administrativo.