QUEEN OF HEARTS- SANJIxTUxBUGGY

»BLUE NAVY«

Una nueva sección nombrada por mí como “Orígenes heróicos” dónde cada pirata ártico narra una autobiografía con su particular estilo. No es completamente necesario para la trama principal pero ayudará a entender por qué son tan unidos los piratas árticos.

~Capitulo 1: El inevitable surgimiento del estratega amargado, poco sensible y con traumas de abandono.

(Antes de los piratas árticos)

Blue (7-8 años)

Había visto sus intenciones desde el inicio, tampoco es que me sorprendiera... Intuía desde hace meses que ambos deseaban deshacerse de mí en algún lugar lejano para nunca regresar... Y tampoco es que se los pusiera difícil, yo no quería quedarme en un lugar en el que preferían abandonarme, tenía al menos el orgullo suficiente como dar la vuelta y buscar una nueva vida justo después de que el bote salvavidas se alejó de la orilla.

–¡Seguro te irá bien, eres listo!– Gritó la señora loca que alguna vez se llamó mi progenitora pero jamás cumplió los requisitos de una madre medianamente funcional, hasta lo gritó como si al final quisiera añadir la palabra “Idiota“.

Me saqué la sudadera, mi única posesión en el mundo. Aquí hacía mucho calor y mi vida antes de esto era bastante gélida. Solía vivir en el North Blue, en un reino llamado Germa, las islas cacao, un lugar frío, con gente malhumorada.

Me gustaba vivir allá, o eso creo, no  conocía mucho más hasta ahora. Pero de este caluroso agujero infernal, a esa isla congelada, prefería la isla congelada.

No sabía qué pueblo o ciudad estaban cerca, solo sabía que este era el South Blue.

Caminé por horas a la orilla del mar, por simple lógica tarde o temprano daría con un muelle... Ni siquiera eso pudieron hacer esos idiotas ¿Qué tanto costaba dejarme en un muelle? Aaaaah pero no, no vaya a ser que alguien vea a un vicealmirante de la marina abandonando a su hijo en una isla.

Y parándome sobre la colina divisé el muelle, un pueblo grande le seguía metros detrás.

Cansado, enojado y con la sudadera cubriendo mi cabeza de los rayos del sol empecé a bajar la montaña pateando rocas, ramas y todo lo que encontraba.

Estúpida gente, estúpidos padres, estúpido sol y estúpida marina. Que se vayan todos a la mierda ¿Quién los necesita? Si no querían tener hijos ¿Para qué no me abortaron? Lo único que le importaba a mi padre era su estúpido cargo en la marina, su trabajo... Y a mi madre solo le importaba el tonto dinero que le daba ese señor, ni se querían, ojalá se les hunda su barco de mierda.

Pero a cada paso que daba hacia el pueblo estaba menos enojado y más triste. No quería estar triste, no quería sentirme así por unos idiotas que desde el principio no le mostraron amor...

¿Por qué debía derramar lágrimas por ellos? Ni que... Fueran importantes... Solo eran mis padres... Las personas que se suponía debían cuidar de mí.

Y empecé a llorar contra mi voluntad, mi vista se nubló, mis labios temblaban y de mi garganta salían chillidos ahogados y ridículos.

–¡Ya basta, idiota!– Me grité limpiando las lágrimas de mis mejillas– ¡No los necesitas!

Seguí por un poco más hasta estar a la entrada del pueblo, la gente iba y venía con normalidad, ni siquiera notaron la presencia de un niño llorón.

Suspiré, hondo.

Si iba a comenzar una nueva vida no necesitaba hacerlo llorando. Sería fuerte, decidido, sin necesitar de nadie.