Rías Gremory no estaba teniendo un buen día, todo lo contrario diría que había sido uno de suspeores días en bastante tiempo, estaba lidiando con cantidades enormes de estrés ahora mismo cuando se entero que Riser Phenex, su ex prometido y el hombre al que más detestaba ahora mismo estaba siendo entrenado por Naruto, la persona que la ayuda a liberarse de su compromiso arreglado y su amor secreto.
La heredera Gremory no lograba entender como es que el Uzumaki había accedido a entrenar al Phenex, se suponía que este no le agradaba nada después lo ocurrido.
No solo ella sabía sobre esto, sino que también todos en el Inframundo estaban al tanto de la situación ocurrida, esto hizo que muchos intentaran burlarse del heredero Phenex, sin embargo, parecía que el entrenamiento que estaba recibiendo por parte de Naruto sí estaba haciendo bastante útil, pues este había callado todas las burlas usando sus puños para golpear a cualquiera que intentara ridiculizar su nombre o el apellido de su familia.
Esto hizo que le heredero Phenex poco a poco recuperara el orgullo que tenía su familia, pues cada vez se hacia más fuerte y esto hizo que los demonios volvieran a respetarlo.
Aparte de esto también Naruto se había hecho de un gran renombre en el Inframundo, pues había logrado ser que él antes arrogante Riser se volviera un demonio ejemplar, uno fuerte y orgulloso, pero con la inteligencia de saber cuando debía serlo, esto hizo que el Uzumaki sin saberlo fuera considerado una especie de celebridad entre los demonios.
El único problema que había recibido Naruto después de esto fue que muchos demonios intentaron hacer lo mismo que Riser y pedir ayuda a este, ayuda que Naruto negaba por lo menos de forma momentánea, por ahora solo se encargaría del Phenex aunque no descartaba en el futuro entrenar algún otro demonio que pudiera serle útil para sus planes.
Fuera de eso Naruto no podía negar que estaba disfrutando un poco de entrenar al demonio, pues gracias a su inmortalidad no tenía que contener tanto su fuerza al momento de entrenarlo, mientras no usara ninguna habilidad relacionada con la magia sacra todo estaría bien, además de esto su relación con la hermana del Phenex se había estado haciendo cada vez más estrecha, al punto de que la Phenex se había transferido a Kuoh para estudiar con el Uzumaki, algo que fue aprobado por el clan Phenex quienes veían en Naruto una posible pareja para Ravel, pareja que beneficiaria mucho a su clan y a su vez un gran mentor para su hijo Riser.
La relación de Naruto junto a la familia Phenex se había hecho bastante estrecha, hasta el punto de que ellos habían decidido darle un pase libre a los territorios de su clan para salir y entrar cuando quisiera del inframundo, esto le había agradado bastante a Naruto quien ya prácticamente tenía en su bolsillo a uno de los clanes más poderosos e importantes del inframundo, esto le resultaba bastante útil ya que estos demonios le podrían resultar útil para cumplir su ambición.
Ahora mismo Naruto estaba en la academia, junto a él una Asia bastante celosa y una Ravel que le veia con desprecio, parecía que las dos rubias no se llevan precisamente bien.
Asia no se había tomado de buena manera la llegada de la Phenex a la academia, de igual manera que Ravel no se tomó de buena manera las cosas al enterarse que esta vivía con Naruto, el Uzumaki simplemente comía lo que cada una de las chicas le había traído para su almuerzo decidiendo sabiamente ignorar la disputa entre las dos mujeres.
Sabía que involucrarse ahí sería básicamente salir perdiendo sin importar que fuera lo que dijera, así que decidió hacer lo que mejor se le daba e ignorar el problema, este estaba pensado en cierta arma que había logrado ver en la tesorería Uzumaki, había pasado los últimos días observando y probando cada una de las armas que habían en este lugar que parecían ser infinitas.