Capítulo 35

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Naruto estaba serio, su ojos mirando de forma critica la escena en frente suyo. La reunión con los dioses nórdicos había terminado bien, luego del incidente de Loki tanto demonios como dioses del panteón mencionado firmaron una alianza, la cual beneficiaria a ambas razas y crearía un fuerte vinculo para las futuras generaciones.

Todo debería haber terminado bien, al menos así fue hasta que sintió un tirón en su poder mágico, como si algo o alguien lo estuviera llamando y ese algo venía de la isla de su clan.

Tan pronto como llego, pudo notar lo que ocurría, aunque aun no lograba descifrar el motivo, un circulo mágico de un rojo carmesí brillaba en el centro de la isla, varios símbolos que no había visto nunca lo rodeaba, aunque pudo discernir el kanji de 9 en el centro, dándose cuenta que este era un sello de su clan, uno que emitía unas cantidades masivas de energía, la cual solo podía ser chakra.

Mientras analizaba los que podría suceder, tuvo que moverse rápidamente, esquivando con esto un rayo de energía pura, el cual estuvo a punto de pulverizarlo.

"Compañero...ten cuidado, ese sello es inestable y sea lo que sea que esté conteniendo, es peligroso." Draig habló al sentir el poder del sello, si su portador no tenía cautela podría acabar muy mal.

"Estoy de acuerdo con Draig, ese sello esta en un estado crítico y si los Uzumakis lo fabricaron, debe haber algo muy poderoso y a su vez peligroso oculto." Cerbero dijo mientras intentaba recordar algún tipo de información útil para esta situación, aunque no parecía tener ningún éxito en esto, pues la complejidad del sello era demasiado elevada, un sello que dejaría en ridículo los usados por el dios bíblico para crear sus engranes sagrados.

Antes de que Naruto pudiera responder a las palabras de los dos seres mitológicos, fue golpeado por un rayo de energía que se movía aun más rápido que el anterior, el cual lo envío volando varios metros atrás y lo hizo caer en la inconsciencia, mientras sus ojos comenzaban a cerrarse y sus sentidos se nublaban, podía escuchar al perro infernal y al emperador rojo intentar comunicarse con el.

*Goteo*

Naruto abrió los ojos lentamente al oír el sonido de unas gotas de agua caer lentamente, al abrir los ojos finalmente pudo ver lo que parecía una alcantarilla, una gigante en la cual fácilmente podría entrar el mismo Tannin sin problema alguno, lo que le hizo fruncir el ceño al preguntarse ¿que era este lugar? y ¿como acabó aquí?.

Antes de que pudiera seguir divagando en sus pensamientos, pudos sentir que algo lo estaba llamando, una sensación que era bastante parecida a la vez en la que se encontró con Cerbero por primera vez, pero a la vez, muy diferente y extraña.

El Uzumaki comenzó a caminar por la gran alcantarilla, tomando distintos caminos en esta, solo guiándose con la sensación de llamado que sentía, al menos así fue hasta que finalmente pudo llegar a una zona incluso más grande que donde se despertó, fácilmente del tamaño de una ciudad entera, aunque la gran mayoría de dicho lugar estaba en una oscuridad abrumadora que parecía consumir todo. El Uzumaki sin ningún tipo de miedo se comenzó a acercar a paso lento a la zona, solo para quedarse estático cuando una gran corriente de aire lo golpeo, el sonido de algo respirando en la oscuridad se hizo presente y al mirar hacia arriba, pudo dislumbrar un par de enormes ojos rojos con endidura rasgada, los cuales parecían mirar directamente a su alma, como si juzgarán sus acciones y si debería acabar con el de una vez.

Naruto no sabía porque exactamente, pero su cuerpo no respondía por más que intentaba moverse.

-Ha pasado mucho tiempo desde que estuve cerca de un humano. Una extraña voz salio de la oscuridad, gruesa y con poder en sí misma, la cuál supuso que pertenecía al ser escondido entre las sombras.

Naruto: El Portador de Cerbero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora