En medio de una noche tan oscura y fría como la misma muerte, se podía ver cómo una pequeña casa ardía en llamas, unas llamas de un tono carmesí intenso que devoraban todo a su paso, se podía ver como fuera de la pequeña había un grupo de ángeles caídos sobrevolando la zona quienes veían como la estructura caía lentamente ante el fuego.
-Hemos terminado aquí. El que parecía ser el líder de los ángeles caídos habló mientras veía a sus compañeros antes de empezar a alejarse, sin embargo, este se detuvo cuando sintió un gran poder que provenía de la casa.
-Pero qu. El hombre no pudo terminar de hablar cuando está exploto enviando varios escombros a volar lejos por varios metro.
-Prepárense. El líder de los caídos grito mientras veía como en medio de las llamas había un pequeño niño abrazando el cuerpo de una mujer, quien yacía muerta con un agujero en su pecho.
El pequeño niño estaba liberando un aura muy extraña de color rojo, esta parecía crear una reacción en la llamas que parecían no querer tocar el cuerpo de la mujer ni del niño.
Uno de los caídos al ver que estaba indefenso creó una lanza de luz en su mano y la tiró con gran fuerza, sin embargo, esta no llegó a impactar pues cuando estaba cerca fue repelida por por las mismas llamas que estaban rodeando al niño las cuales formaron un muro.
Cuando el infante levanto su mirada podía ver como sus ojos ahora eran de color rojo carmesí intenso y liberaban llamas de estos mismos, además de que sus caninos se habían alargado dando un aspecto salvaje muy similar al de un perro.
Cuando este miró a los caídos provoco un pequeño estremecimiento en los mimos quienes tragaron duro al ver al niño.
-Ustedes...ustedes pagaran por esto. El niño murmuro mientras apretaba sus dientes con ira al ver a los caídos que habían asesinado a su madre frente a el.
De repente las llamas empezaron a rodear al infante, estas lentamente empezaron a tomar una extraña forma pareciendo lo que solo podía ser descrito como un perro, uno muy extraño con tres cabezas.
Al ver esto los caídos se alarmaron y antes de poder moverse este extraño ser de llamas salto a gran velocidad devorando en un instante a dos de los caídos.
Los demás solo vieron como sus compañero caían en un segundo sin poder hacer nada, pero antes de que pudieran intentar algo otro caído fue alcanzado por una bola de fuego la cual había sido arrojada por el niño quien aún en el suelo estaba siendo rodeado por las llamas.
-Acaben con el mocoso, esto era lo que debíamos evitar, yo distraere a la criatura ustede. El líder del grupo estaba hablando, pero se detuvo cuando su cabeza fue devorada por la criatura de fuego quién mostró sus afilados dientes de fuego a los demás caídos los cuales entraban en pánico y no pudieron hacer nada ante este.
Uno a uno los ángeles caídos fueron devorados por la criatura o calcinados por el fuego del niño quien lanzaba grandes llamaradas las cuales no podían evitar.
Sin saberlo la estupidez y el miedo de estos caídos había provocados despertar de la longinus perdida del dios bíblico, la Inu no Taishō, también conocida como Gran Perro demonio o infernal, la catorceava longinus creada por el dios bíblico, esa se había partido con el pasar del tiempo pues nunca había encontrado un portador a lo largo de los siglos y por ende se pensó que su existencia era solo un mito, por lo menos hasta el día de hoy cuando finalmente luego de tantos años de su creación había encontrado un portador que lograba despertarla.
Esa era una de las sacred gears más poderosas y no era para menos, después de todo era una de las 14 longinus creadas por el dios bíblico, las cuales tenían el potencial de matar a un dios si el portador las aprendía a usarlas durante el suficiente tiempo.