Naruto se encontraba caminando a las afueras de la academia, pues recién había terminado su jornada de clases, durante los últimos días había estado observando a las dos herederas junto al portador del emperador rojo, se había asegurado de no estar equivocado en sus sospechas sobre el tipo que se portaba y había podido confirmar que si era el portador de Draig.
Lo habia estado observando de cerca y debia decir que para un emperador rojo era decepcionante, el habia tenido su época hormonal en la que solo pensaba con la cabeza de abajo, pero no llego al punto de acosar sexualmente a las mujeres que lo rodeaban, cosa que parecía ser bastante común en el portador de Draig actual.
Mientras se acercaba al departamento donde se estaba alejando se detuvo de golpe, todos sus sentidos se activaron y su piel se erizo en anticipación ante el peligro inminente, de repente, el cielo que antes dejaba ver un hermoso atardecer cambio, ahora este era de un siniestro color morado oscuro, sus ojos se movieron rápidamente cuando vio como en el techo de una de las casas pudo observar a un figura quien le veia con ojos depredadores, la figura era muy similar a la de un humano con la diferencia de tener un par de alas saliendo de su espalda que le daban una apariencia muy macabra, pues estas eran de color negro, un negro tan oscuro como la misma noche.
La figura miro a Naruto y pareció dar una sonrisa depredadora viendo a su nuevo juguete, está bajó rápidamente del lugar al suelo y Naruto pudo ver su vestimenta, era un hombre alto bastante fornido el cual era cubierto por un gran abrigo color café que ocultaba todo su cuerpo, además de llevar un sombrero a juego con este.
-Parece que he encontrado a un nuevo juguete. El hombre exclamó con una sonrisa bastante perturbadora en su rostro esperando intimidar al humano en frente suyo, sin embargo, frunció el ceño en decepción al notar una falta de reacción en este, o era muy valiente o estaba paralizado del susto.
-Parece que no vas a decir nada, me pregunto si te has quedado sin palabras ante mi presencia. El ser exclamó nuevamente con una sonrisa de arrogancia en su rostro.
-No vale la pena gastar mi aliento en una asqueroso caído como tu. Naruto dijo mientras veía al hombre con asco, realmente los caidos en su mayoría eran uno imbéciles arrogantes.
-¿Que has dicho?. El hombre pregunto mientras apretaba sus dientes en enojo ante la respuesta insolente del humano en frente suyo, parecia estar enterado de lo sobrenatural, pero al no sentir ninguna energía salir de el supuso que no representaba ninguna amenaza, un error que le saldría muy caro.
-Como he dicho antes, no vale la pena gastar mi aliento va bien como tú. Naruto dijo mientras veía al caído quien parecía cada vez más enojado ante sus palabras.
-Maldito humano de mierda. El caído dijo en un susurro mientras veia al humano y creaba un par de dagas de luz en sus manos, pensaba matarlo rápido pero ahora se aseguraría de hacerlo pagar por su insolencia.
El caido se lanzó contra Naruto pero antes de poder dar un golpe fue enviado a volar varios metros hasta impactar con un muro, esto gracias a una patada dada por Naruto quien no parecía haberse esforzado en lo más mínimo.
El ángel caído se levantó mientras veía a Naruto y se tocaba la zona donde había recibido la patada, es humano no era normal, pues ningún ser humano sería capaz de dar un golpe tan fuerte y mucho menos dañar a un ser sobrenatural así de sencillo, por lo menos no uno normal y menos un adolescente.
-Tu no eres un humano ordinario. El caído mencionó mientras veía a Naruto con cautela.
-Tienes razón, no soy un humano normal, pero eso ya no importa. Naruto dijo y desapareció en un rápido movimiento para tomar al caído del cuello y verle con ojos fríos.