Capítulo XX

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Hace una hora que Regulus había desaparecido junto a Kreacher.

Me encontraba junto a Elijah en la sala de mi casa. Habíamos hecho las galletas que solía hacer nuestra madre cuando nosotros nos encontrábamos tristes, antes de morir me entregó la receta.

Nos encontrábamos hablando sobre los nombres que le podría poner a mi bebé.

—Elijah si es hombre.

Solté una risa ante el nombre que propuso mi hermano.

—Me gusta —Volví a reír—. También me gusta Caylin, ya que es parecido al nombre de nuestra madre.

—Es un nombre muy bonito.

Me levanta del sofá para ir a la cocina a buscar más galleta. Pero cuando me levante sentí un fuerte dolor en el pecho haciendo que el plato cayera de mis manos y se rompiera al caer al piso.

Pude sentir como Elijah me agarraba de las manos, escuchaba la voz de Elijah como si estuviéramos en un túnel.

Una imagen se vino a mi mente.

Era Regulus. Podía ver como se veía algo que había en una gran vasija.

Kreacher apareció en la mitad de la sala haciendo que dejara de ver a Regulus.

—¿Y regulus? —Escuche la voz de Elijah.

Mi pecho aún ardía del dolor, sentí como lágrimas bajan por mis mejillas.

Mire a Elijah, su silueta era borrosa, al igual que Kreacher.

—¡Ah! —Sentí un fuerte dolor en mi barriga.

Lo último que sentí fue como mi cuerpo chocaba contra el suelo.

Cuando abrí los ojos me di cuenta que no estaba en mi casa

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Cuando abrí los ojos me di cuenta que no estaba en mi casa.

A mi lado estaba Crystal junto a Colette.

—¿Que está pasando? —Pregunté haciendo que ellas subieran su mirada hacia mi y se levantaran rápidamente del sofá.

—Despertaste —La primera en hablarme fue Crystal.

—¿Donde está Regulus? —Pregunté al recordar lo que había visto.

—Regulus está bien —Me respondió Colette haciendo que me tranquilizara—. Elijah llegó a tiempo para salvarlo, ahora fue junto a Elijah a tomar un café, ya que han pasado cuatro días seguidos aquí.

—¿Cuatro días? —Pregunté, sorprendida.

—Si, Cami —Me respondió Crystal—. El médico dijo que estaba todo bien. Que te dolió la barriga por los nervios que sentías en esos momentos por lo que viste. Pero que tus hijas están bien.

—¿Hijas?

—Si, bonita —Me respondió Crystal—. Son dos, y son niñas.

—Cuando Regulus se enteró saltó de felicidad y más al saber que están bien —Me contó Colette.

Sonreí.

Después de un día, pude volver a casa

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Después de un día, pude volver a casa.

Regulus me contó todo lo que había sucedido. Voldemort pensaba que Regulus estaba muerto y era mucho mejor que pensara eso. Ahora Regulus no tendría que hacer más misiones.

Ahora nos encontrábamos en nuestra cama pensando en los nombres de nuestras hijas.

—Caylin le pondremos una —Le dije a Regulus.

—Me gusta. Se parece el nombre de tu madre.

—Por eso quiero que se llame así.

—En mi familia es una tradición poner nombres de constelaciones.

—¿Te gusta uno?

—Casiopea.

—Entonces será Caylin y Casiopea.

Nuevo capítulo

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Nuevo capítulo.

Infidels, Regulus BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora