Capítulo I

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''Que nuestros padres sean aliados no nos convierte en amigos, Riddle''

Me llamo Clarissa Lestrange, si soy la hija de Belatrix Lestrange, pero esta no es su historia, sino la mía.

Durante mis 17 años he cambiado bastante de escuelas, se podría decir que he pasado por todas las escuelas de magia y hechicería de este mundo, no es tan fácil hacer amigos cuando te persigue un apellido como el de Lestrange y todos conocen la reputación de tu familia, o eso creen.

Después de 2 largos años en Ilvermony me dirijo a volver a Hogwarts, donde están estudiando mi hermano, Sebastian y mis primos, los Black. Si he dicho, 'volver' ¿qué por qué me fui? Esa es una historia para otro día.

Martes, 1 de diciembre

Por si os lo estáis preguntando, sí, el curso empieza el 1 de setiembre, pero se podría decir que estaba ocupada haciendo otras cosas.

Me dirigía hacia el gran comedor para mi presentación cuando vi a Snape hablando con un alumno, pero estaban muy lejos como para poder escucharlos o siquiera ver quién era, así que decidí ignorarlo y entrar al comedor.

- Albus Dumbledore: Alumnos, atención, esta noche tenemos un anuncio muy importante que dar, hay una nueva incorporación entre nosotros. Por favor, ¡Dar la bienvenida de nuevo a Clarissa Lestrange!

Las miradas de todos se dirigieron hacia mí, así que busque a los míos y fui a sentarme a la mesa de Slytherin.

- Bienvenida de nuevo hermanita - dijo Sebastián

Era como si el tiempo no hubiese avanzado ni un segundo, todos juntos otra vez, pero justo en ese momento Dumbledor volvió a hablar.

- Atención alumnos, tenemos 2 nuevas incorporaciones más, por favor ¡dar la bienvenida a los hermanos Carrow!

- Lorenzo Carrow (Enzo)

- Nathaniel Carrow (Nate)

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- Nathaniel Carrow (Nate)

- Nathaniel Carrow (Nate)

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Con solo oír el apellido toda mi atención se desvió a ellos, no podía ser verdad.
Mi hermano se dio cuenta de que algo no iba bien, pero no quiso preguntar.

Estos pasaron por el sombrero seleccionador, y como era de esperar, fueron elegidos en Slytherin.

- Pero a quien tenemos aquí, hola otra vez Lestrange - dijo Enzo

Todos me miraron esperando una respuesta.

- ¿Qué hacéis aquí Enzo? - pregunté no muy emocionada

- Vaya que antipática Clarissa, ¿ya ni siquiera vas a saludarme? - respondió este

Simplemente, decidí ignorarlo y esperar a que alguien sacara otro tema de conversación. Al mismo tiempo me fijé que no estaban los Riddle con nosotros, algo que me pareció extraño, así que decidí preguntar.

- Draco, ¿dónde están Mattheo y Tom?

Al principio se sorprendió de mi pregunta y miró a mi hermano, después de intercambiar miradas respondió:

- Terminando un trabajo de pociones que les ha mandado Snape para mañana.

Fingí que no me había dado cuenta de que mentía y me quedé pensando en que podía ser tan 'grave' como para que me lo ocultaran.

Un rato después nos fuimos a la sala común, ya que era tarde y al día siguiente había clases.

Todo el mundo estaba durmiendo, pero en los últimos 5 meses había perdido mis hábitos de sueño, así que decidí ir a dar una vuelta por los pasillos.
Al salir todo estaba en silencio, solo se escuchaba el sonido del viento golpeando contra las ventanas, pero al final del pasillo podía distinguir una luz y unas voces que se escuchaban débilmente, así que decidí acercarme para ver quienes eran.
Justo cuando estaba casi por llegar, la luz se apagó, quedando todo oscuro, y las voces desaparecieron con ella, cuando quise retroceder choqué contra algo, mejor dicho alguien.

- Qué demonios

Al levantar la vista vi unos ojos marrones, que conocía muy bien.

- ¿Clary? ¿Qué estás haciendo tú aquí?

- ¿Tanto te sorprendes de verme, Riddle?

- No sabía que volvías a Hogwarts - dijo Mattheo

- Pues aquí estoy - contesté sarcásticamente, y me di la vuelta para volver a mi habitación

- ¿No te han dicho nunca que es de mala educación dar la espalda a la gente cuando te están hablando?

- Te doy la espalda porque no tengo interés en seguir hablando contigo, lo sabes muy bien,
que nuestros padres sean aliados no nos convierte en amigos, Riddle.

Esta vez, este no respondió, así que seguí el pasillo para llegar a mi habitación e intentar dormir de una vez por todas.

Bloodline | Mattheo RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora