Capítulo IV

148 8 0
                                    

Lunes, 20 de diciembre

Quedaba apenas una semana para irnos de vacaciones, el tiempo había pasado volando.

Estaba en la habitación con Pansy mientras preparábamos la maleta y hablábamos sobre los planes que teníamos para Navidad.

- ¿Estás segura de que no quieres venirte con nosotros? - dijo

- No te preocupes, no creo haya mejor plan que pasar la Navidad con los Malfoy, los Black y los Riddle - dije sarcásticamente, a lo que Pansy rio.

- Si te aburres hay una habitación disponible en mi casa.

- Y tú obviamente estás invitada, ya sabes que mi madre estaría encantada - le dije

Después de empaquetar nuestras cosas, fuimos al gran comedor para comer.

- Pensábamos que ya no vendríais - dijo Blaise

- Estábamos haciendo las maletas para las vacaciones - respondió Pansy

- Pero porque tan pronto si quedan días aún - dijo Regulus

- A algunas nos gusta ser organizadas, podrías aprender - respondí y Regulus rodó los ojos 

Mientras hablábamos sobre que íbamos a hacer cada uno por vacaciones, vi que mi hermano pasaba por el pasillo, no le había visto desde hacía días, así que me levanté y salí del comedor lo más rápido que pude.

- ¡Sebastian! - Grité, pero no se dio la vuelta, al contrario, empezó a andar más rápido.

- ¿Qué demonios? - murmuré confundida y empecé a correr detrás suyo. - Sebastian! 

Esta vez no le quedó otra que girarse.

- ¿Se puede saber dónde has estado? O mejor dicho, ¿qué demonios te pasa? - dije, a lo que él tardó en contestar, así que volví a hablar - Sabes qué, dejarlo, para que te inventes cualquier cosa prefiero que no hables - no entendía que es lo que estaba pasando así que di media vuelta.

- Clary espera 

Vaya, parece que sí sabe hablar.

Me di la vuelta cruzando los brazos entre sí

- Lo siento - dijo

- ¿Lo siento?, ¿No tienes nada más original que decir? 

- ¿Clary lo siento vale? Si pudiese te lo contaría, pero aún no es seguro y no quiero ponerte en peligro - respondió apenado

- Sebastian yo no soy un perrito que tienes que proteger, sé hacerlo por mí misma, así que sea lo que sea que no me puedas contar, tranquilo ya lo averiguaré por mí misma, como siempre.

Me di la vuelta y seguí caminando.

- Clary espera, sabes que no quería decir eso - Clary!

Esta vez fui yo quien te ignoró a ti, hermano.

~~~

Sinceramente, no me apetecía hablar con nadie y tampoco quería pagar mi mal humor con alguien que no se lo mereciera, así que salí a correr para desfogarme.

Pero había una pregunta que rondaba mi mente, qué sería tan importante como para que mi hermano no pudiese contármelo.

Mientras corría oí una voz que gritaba mi nombre, así que me giré para ver quién era.

- ¡Lestrange! 

Como no, era el imbécil de Enzo Carrow.

- No tengo tiem-

- 'No tengo tiempo para perderlo contigo' Lo sé, pero como podrás observar, no me importa - dijo y se puso a correr a mi lado

- Esto tiene que ser una broma - dije, y empecé a acelerar

- En absoluto, te he visto sola y que mejor compañía que la mía.

- Oh, claro, es tan difícil encontrar a alguien con el ego tan alto - dije sarcásticamente

- Me lo tomaré como un halago - dijo y rodé los ojos. Cómo es posible que exista alguien tan egocéntrico y encima que me toque a mí aguantarlo.

- Bueno, ya que estamos, porque no me cuentas el motivo para salir a correr a las tres del mediodía

- Para estar sola y tranquila - respondí

- Lestrange voy a ignorar tus indirectas, y tú vas a contarme por qué no estás comiendo con los demás.

Ignoré la pregunta y seguí corriendo. Pero se detuvo, y me cogió del brazo para que me detuviera yo también, quedando uno delante del otro.

El sol hacía que sus ojos brillarán como nunca lo habían hecho antes, o tal vez yo no había prestado suficiente atención para darme cuenta.

- Bueno, ahora que tengo tu atención, ¿vas a contármelo? - dijo mirándome seriamente a los ojos.

- No sabía que te preocupabas por mí - dije sarcásticamente

- Clarissa hablo enserio

- Yo también Carrow, ya te lo he dicho, he salido a correr para estar tranquila, no tiene que ocurrir nada para que lo haga, ¿sabes? - dije

- Mientes, te conozco - dijo acercándose más a mí, cortando la distancia que quedaba entre nosotros.

- ¿Qué pasa Lestrange, te pongo nerviosa? - dijo

Di un paso más hacia él, quedando a milímetros uno del otro, podía sentir como su respiración se aceleraba por segundos.

- En absoluto, pero no podría decir lo mismo de ti, Carrow 

Sus ojos volvieron a encontrarse con los míos, pero esta vez su mirada ya no transmitía preocupación, sino algo parecido a deseo.

Ninguno volvió a hablar, era como si el tiempo se hubiera detenido, solo él, yo y una distancia que desaparecía por completo.

Dio un paso atrás, pero su mirada seguía entrelazada con la mía.

- Has cambiado mucho Clarissa, me gusta tu nueva tú - dijo mirándome delicadamente de arriba abajo.

- Carrow, puede que puedas tener a cualquier chica que tú quieras a tus pies, pero yo no soy una cualquiera - dije

- Lo sé, me di cuenta el primer día que te vi entrar por las puertas de la academia Harrow.







Bloodline | Mattheo RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora