Capítulo XIV

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Jueves, 6 de enero

Me levanté a las cinco de la mañana y salí a correr para despejarme. Había acordado entrenar con mi hermano a las seis, así que aproveché el insomnio para calentar.

- Buenos días, hermanita - dijo Sebastian con una sonrisa 

- Buenos días

- ¿Lista para demostrarme que no me equivoqué ayer diciéndole a mamá que estabas preparada?

- Siempre - respondí con decisión

- Muy bien, veo que ya has estado calentando, así que no te va a hacer falta correr las dos vueltas. Vamos a empezar por las pruebas de agilidad, cada diez segundos se te van a lanzar cinco quaffles, tienes que intentar esquivarlas todas, si alguna de estas te golpea un calor intenso abrasará tu piel. Dicho esto, empecemos.

Me posicioné en el suelo de manera estratégica antes de que Sebastian diera la señal que daba por iniciada la prueba. Una vez sonó el silbato, cinco quaffles se dirigieron hacia mí. Justo cuando conseguí esquivar la quinta, aparecieron cinco más.

La mitad del tiempo ya había transcurrido y había conseguido esquivarlas todas, pero la fatiga había empezado a aparecer y justo al esquivarlas, una de ellas me rozó el brazo dejando una quemadura con ella.

- Venga Clary, solo tienes que aguantar tres minutos más  - gritó Sebastian

Los tres minutos pasaron y logré que ninguna quaffle más me rozara. Miré mi brazo y vi la marca roja que ardía. Mi hermano se dio cuenta y se acercó.

- ¿Estás bien? - preguntó preocupado

- Sisi es solo una quemadura, continuemos - respondí

- La siguiente prueba será de velocidad, para ello vamos a ir donde el lago - dijo y nos dirigimos al pequeño lago que hay detrás de la mansión - Muy bien, para esta prueba vas a tener que calcular el tiempo y velocidad perfectos para cruzar los puentes que van a aparecer y desaparecer en intervalos de tiempo específicos, si no caerás al agua y no creo que la temperatura sea muy agradable. ¿Lista?

Asentí con la cabeza y segundos después Sebastian hizo sonar el silbato.

Un puente apareció de la nada, así que corrí todo lo rápido que pude para cruzarlo antes de que desapareciera, justo cuando llegue al otro lado del lago, este desapareció. Dos metros más a la izquierda apareció otro, así que repetí lo que acababa de hacer, cruzándolo victoriosamente.

Mientras corría por el siguiente puente, calculé lo que tardaba más o menos para saber aproximadamente cuanto tiempo tenía para cruzarlo antes de que desapareciera, unos veinte segundos.

Para mi sorpresa los tiempos de cambio se cambiaron y justo cuando estaba por llegar a tierra, este desapareció, dejándome caer justo cerca de la orilla, pero reaccioné rápido impulsándome hacia el borde, de manera que solo mis piernas tocaron el agua. Cogí fuerza con mis brazos y me impulsé nuevamente para subir a la tierra.

- ¡Venga Clary sigue así, vas genial, solo te falta un minuto! - gritó Sebastian

Me incorporé rápidamente y salté al puente que acababa de aparecer, corriendo lo más rápido que pude para llegar al otro lado antes de que este desapareciera.

Solo uno más Clarissa 

Entonces el último puente apareció a un metro de mí, corrí hacia él, logrando cruzarlo sin que desapareciera conmigo encima. El silbato sonó dando por finalizada la prueba, y me dejé caer al suelo para retomar fuerzas. 

Sebastian se acercó a mí aplaudiendo.

- Muy bien Clary, solo te falta la última prueba, el combate y para ello te he traído un contrincante especial - dijo con una sonrisa y me ofreció la mano para ayudar a levantarme.

Bloodline | Mattheo RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora