El ahora.

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Me había convertido en su marioneta, sintiendo el como mi ser se diluía con el y desaparecía.

Cuando el viento sopla la madera de la habitación responde con un crujido, hay juguetes eróticos visibles en todas partes, desde el suelo hasta la cama, inmerso en sus ensoñaciones se encuentra un hombre atado y amordazado. Sus ojos vendados hacen que sus sentidos se agudizen, su piel reacciona a cada suspiro, la respiración es densa y lenta como un murmullo, el toque de 2d le permite descubrir nuevas fantasías junto con nuevos miedos que le hacen reaccionar, haciendo intentos por morder sus labios con inquietud debido a la ansiedad que le provoca la situación, a pesar de que estos se encuentran obstruidos.

-Espera un momento, olvidé algo.

Una voz suave, apenas audible, como si estuviera soltando unas risas en un susurro apenas perceptible salen de la boca de Stuart, el eco de sus pasos se expande por el espacio mientras avanza para salir de la habitación. Al escuchar como se aleja, el corazón de Murdoc late con agitación e inquietud, cada vez más distante, cada vez más constante, cada vez más vacío. Murdoc se encuentra aún alerta, esperando una orden. La falta de visión lo sumerge en un remolino de pensamientos tumultuosos, su mente sigue obsesionada con una pregunta en particular: "¿Cómo llegamos aquí?".

Tras una larga y tediosa espera la puerta se abre, produciendo un sonido agudo y desagradable a su paso, la cabaña se embriga con un nuevo aroma, detecta un aroma fresco que se entrelaza con el olor a tabaco, el perfume parece intoxicante, con tonos de pomelo, zandalo y almizcle blanco, un hombre se dirige hacia la habitación con pasos resonantes los cuales ya no suenan como los habituales tenis que suele llevar, sino que emulan el sonido de algún zapato de tacón, la forma poderosa y dominante de caminar de alguien genera un sentimiento de miedo y pánico en Murdoc, experimentando escalofríos que recorren su cuerpo, buscando refugio en el piso frío, la mente de Murdoc esta siendo derretida con tantos juegos.

-Despierta, ¿acaso no puedes esperar ni media hora?.
(Emitió un grito fuerte y sin apenas inflexión en su voz, para luego extender sus manos hacia una botella de agua que abrió y arrojó con gran fuerza en dirección a Murdoc).
-Levantate princesa, ¿acaso piensas quedarte toda la semana aquí?, al menos toma una maldita ducha, hueles a los calzones de mi padre y eso da un asco de muertos.

A pesar de tener los ojos cubiertos dirigió una mirada fatigada hacia la dirección de donde provenía la voz que escuchaba.
Con una mente deshonesta en la que no puede determinar si detesta su reciente papel o no. Existiendo un rechazo cargado de hipocresía hacía la sumision de Murdoc, ocasionando un gran malestar emocional, le asquea su presencia, le asquea su toque y su voz, aun así, se trataba de una repugnante droga que lo hace cada vez más dependiente de su consumo, se deleita en hipocresía y en su dolor, en su piel, su cuerpo de cristales rotos le hacía fluir con sangre, sus quejidos una satisfacción, sus gemidos un placer desagradable, adorando el escucharle pedir misericordia a un satán, ama ver el como sus ideales son corrompidos tan solo por anhelar el ser desatado de sus lazos. Ama ser su vida y ama que sea tan dependiente de el, pero, también odia eso, tan confuso, tan exasperante como aterrador, no obstante, la satisfacción y el deseo de venganza se adueñan de sus pensamientos y le nublan durante unas horas.
2D despoja a Murdoc de su mordaza, permitiéndole recuperar su voz y expresar su individualidad sin restricciones.

-Stu, ¿cómo pretendes que me levante si me ataste y me lo prohibiste?.
(Expresaba su disgusto en un tono de voz suave, con una mirada intensa hacia 2d, su frente está arrugada debido a la tensión, se siente humillado ante las acciones y palabras de 2d, en este momento su cara está mojada y su cabello está en completo caos, el agua se desliza por su piel apenas cubierta, haciéndole sentir un escalofrío).

-¿No se supone que eres un ser tan inteligente y tan capaz que incluso creo un ciborg?, vamos utiliza esa tonta cabeza para salir, ¿o acaso pretendes que te bañé?.

-Si pudiera hacerlo te rompería cada diente que tienes, estúpido faceache.
(Expreso su frustración en voz baja mientras luchaba por liberarse).

-No puedes, no en privado, te lo prohibo.
(Cada vez que hablaba, su voz resonaba con una pasión tan desgarradora que parecía que su garganta se rasgaba y sus dientes chocaban violentamente, su mano tembló y al instante sintió una descarga eléctrica de adrenalina que le hizo tomar el pelo de Murdoc bruscamente mientras le quitaba la venda de los ojos y le lanzaba una mirada desafiante, sabía que Murdoc odiaba que le mirarán a los ojos, consiente de que sentía un miedo abrumador hacia eso lo usaba para establecer una frontera que delimitaba el dominio y subyugación).

-Entiendo...
(Su corazón se aceleraba al ver las órbitas negras de Stuart, su mente parecía hacerle trampas sucias donde el es la presa, la poca nitidez de sus ojos le recordaba constantemente su nueva posición en la jerarquía y una sensación de remordimiento se fusionaba en ideas caóticas como el sabor profundo de un vino añejo).

-Te haz vuelto tan inútil Mudtz, tanto que no hay rastros de "el Murdoc Niccals" que conocía. Das asco, toma una ducha que tenemos trabajo.
(Nuevamente, las palabras contundentes de Stuart golpearon el ego de Murdoc en lo más profundo, Stuart tomó la navaja de su pantalón, la cual tenía un diseño especial que decía "Murdoc" y la utilizó para liberarlo por completo, causando un pequeño corte en su piel de manera "accidental", tomando el control y experimentando el poderío, tomó la navaja y la colocó firmemente en el cuello de Murdoc, acercándose para susurrarle con un tono desafiante:"eres mío por voluntad propia, no lo olvides y no lo arruines". Tras estas palabras soltó la navaja y simplemente se fué, dejando a Murdoc experimendo una mezcla de impotencia y vitalidad que le daba una sensación de desesperación.

Exclusivamente tuyo †Studoc†Donde viven las historias. Descúbrelo ahora