Humillme públicamente y te dejaré tocarme.

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El silencio roto en aislamiento es un consuelo que mata lentamente.
Las miradas necias toman control, en lugares donde el descanso se convierte en una carga, las personas ignorantes temen no tener la oportunidad de experimentar de nuevo el contacto, el conteo de las noches no tiene protagonismo en la oscuridad abrumadora pues en el momento en donde nadie puede tocar la piel oliva es cuando los colmillos relucen ante el vino sagrado de un dios.
La complejidad del amor se hace presente al no tener más que la obsesión insana, donde el placer a perdido efecto ante lo monótono de aislar y ladrar, donde los cigarrillos quemaban piel viva y ahora las marcas son perdidas entre otras tantas, el adiestrador es culpable de revivir lo que alguna vez vivió y simplemente imitarlo con un toque de su propia perspectiva.
El reloj devora el sonido, aguardando a que la noche engulla el día con sus agujas, El aroma del cigarrillo se percibe desde la puerta, como si un somelier estuviera evaluando su fragancia, Murdoc es conciente de la presencia de Stuart atravez de la puerta, pues no es sorpresa para el, 2d pasa los días custodiando esa puerta mientras fuma ocasionalmente o canta algo con una voz rota y aspera "¿desde cuando su voz dulce y aguda es asi?".

Una noche de insomnio que se suma a la lista, otro día que se despliega ante mí, y el sol se alza en el amanecer, estoy yendo hacía la catástrofe por decisión propia, perdido una y otra vez en una noche sin tu presencia, ¿las consecuencias serán las mismas al culminar lo que se hace?, tan solo es una costumbre que solía despreciar y que no me satisface ahora,  se ha transformado en una rutina que me enfrento cada vez que me veo en el espejo.

La manija de la puerta es abierta y las cadenas son jaladas, el sol rompe la tensión y el hábito, tomando por sorpresa a Murdoc, los ojos se posan en mitisismo y arrogancia, mirando con desden lo que ahora es.
La sutileza en tomada y escupida sin gloria con una pregunta que mata la razón.

-¿Me amas o al menos alguna vez has sentido algo por mí?.

-¿De qué hablás?.

-No lose, pero solo necesito escucharte.

-No quiero responder eso.

-¿Por qué?, ¿Es tan complicado un "si" o "no"?.

-Es complicado responder a un lunático sin medicación.

-¿Me tienes miedo?, ¿Cuál es tú problema?.

-Mi problema eres tú, actuas raro cuando estas limpio, preguntas cosas de la nada y finges que todo esta bien, no sabes distinguir nada y piensas que eres yo. No pienso responder a tú pregunta cuando se tus intenciones.

-Ya no me agradas Murdoc.

La sensación de frustración regresa a mi pecho, apretándolo, mientras me agarras del pelo para impedirme escapar, dado que tus actos causan más sufrimiento que tus discursos incoherentes. Estoy sintiendo la frustración en mi rostro ahora marcado con tu mano, el sonido de las cadenas son la monotonía tortuosa que asfixia y apretuja mi alma maltrecha. Tus manos frías tocan mi rostro después de marcarlo, la sensación de frío apacigua el ardor dejado por tus señales, tu mirada fría y amable me incomoda, el inesperado sudor frío empapa mi cuerpo, pero mis manos siguen firmes.

-¿No deseas salir afuera Murdoc?.

-Si, odio este cuarto asqueroso.

-Lo suponía... ¿tanto asco te da mi antiguo cuarto?.

-Es asqueroso siento que no me puedo acostumbrar ni aunque me esfuerce.

-Tu carácter sigue siendo pésimo, pero puedes ir a tu cuarto si así lo quieres.

-¿Hablás enserio?.

-Si, incluso yo llegue a sentirme asfixiado en este cuarto. Pero antes, ¿no quieres volver a tomar algo del pasado?.

-Veo la malicia en tus ojos, ¿Qué tienes en mente?, dimelo.

-Humillame públicamente, te daré permiso para que me toques.

-Una vez que cruces la línea, ¿estarás satisfecho?, ¿o solo es uno de tus juegos retorcidos?.

La piel de 2d es tomada en un nuevo papel, un actor poco creíble reluce ante los reflectores de un concierto, el vacío emocional es devorado por lo incoherente, rogándole casi a Murdoc que le humille en un escenario.
La mente distorsionada, ya sea por los narcoticos o medicación excesiva ahora creé en una fe ciega, una regla propia donde solo a través de Murdoc puede sentir algún tipo de afecto o sentimiento, su cuerpo marcado no puede ser tocado por alguien más, la respulsion le ataca cuando manos ajenas le desean, solo le queda Murdoc.
Pero también esta el hecho de que encuentra más placer en entretenerse con la mente podrida de Murdoc; "Eres odiado por todos sin excepción, sabes que soy la única persona que conoce tus secretos, perderme no es una posibilidad que puedas afrontar".
Murdoc asiente sin percibir
completamente la situación, volviendo a poner a Stuart en una situación humillante, Es como si Murdoc estuviera jugando una partida de tira y afloja, donde en algunos momentos siente que tiene el control absoluto, donde el poder es un hueso que ambos muerden mientras desgarran la piel.

"Sabiendo que los sentimientos arraigados matan, pensando que ni aún sacando su corazón del pecho lograría sacar a Murdoc, maldiciendo su nombre y pidiendo perdón por maldecirlo"

Exclusivamente tuyo †Studoc†Donde viven las historias. Descúbrelo ahora