Vísceras de cerdo.

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Los orbes que eran consumidos por la galaxia sin luz son atrapados ante el reflejo de vida amarilla, cobran vida tal cual arañas errantes ante posición del sol, tan brillantes como medusas reflejando la luz ante su cristalina y aperlada piel.
La sensación de inseguridad que arranca las entrañas es presenté al amanecer y ver la puerta abierta, pues la incertidumbre que existe es ante el terror de asegurarse anteriormente de que cerró la habitación, la incomodidad que ahoga y mantiene los ojos perplejos esta tratando de matar y arrancarse de su ser, sin embargo los suspiros entran al ver y contemplar el sol, la manos temblorosas de Stuart ahora estan posando en su pecho, instintivamente esta de pie en la ventana, observando pegado al vidrio ese ente amarillento que le devuelve la nostalgia, la mente envuelve en la breve calma, tratando de reflexionar sobre el camino de asfalto caliente que es su vida, temiendo a las represalias y calmando la mente con respiraciones profundas, con frustración odiando el pensar si algo a mejorado o no, pues está conociendo los puntos de Murdoc desde lo "bueno" hasta lo más vil, observando su pasado y tratando de mantener algo prudente, quedandose con solo migajas, traicionando sus sentidos de supervivencia con pensamientos que inundan a las mentes que traicionan, "cuando me abrazas siento que pierdo mis sentidos", sintiendo como hay algo de afecto aún, "¿hasta cuándo seguiras esperando y creyendo no tendrás que dar algo a cambio?", los labios desechos aún esperan una respuesta que nunca fue otorgada.

La incertidumbre ha sido manchada con visceras de cerdo, suplatando el egoísmo con amabilidad, "tonto" los besos amables no son adecuados para las personas que ahora son pedazos desechables, pues los ojos se mantienen cerrados he imaginado que los suspiros de Murdoc son palabras dulces de ante sus interrogatorios que nunca han tocado el aire, "Estamos unidos... al menos lo estamos en esta realidad.".
Los sentimientos, eran tan claros como cristales de caramelo, sentimientos claros como viento en verano, estaban presentes entre las manos chatruse, ardían dentro de alguien como incendió forestal, quemaba, dolía y exigía el liberarle, pero no creo que amor sea la palabra indicada para estos sentimientos. Los labios humedos goteantes de vitalidad besaban con amabilidad al mayor bastardo, lo sabía, la sangre goteante manchaba las manos y pecho de ambos, Murdoc siempre lo supo.

"Siempre fuí fiel a tus palabras, no es la primera vez que te digo mis sentimientos, sabes que solo te quiero a ti, estoy siguiendo tus pasos, ¿Tal vez deseas que yo te responda?, aún si yo he preguntado primero... Se que odias las preguntas que involucran los sentimientos, tú historial de amabilidad deja mucho que desear, aún así, creo que empiezo a entender tu forma de amar, sería incapaz de alejarme ahora que comprendo el como es tu amor, ahora te comprendo y quiero corresponderte, Murdoc.".

Perder un momento sería un atroz pecado ante el Satán que siempre profesaba Murdoc, pues los momentos se sienten lentos como miel cayendo de un panal, el terror invisible a perder algo es tan doloroso, tan cruel que no se puede acariciar para disminuirle. El anhelo de Stuart por obtener algo de Murdoc llena su mente de humo turbulento, pues si el mundo se volcó en contra de el, en ese instante cuando el universo le abandono al hacerle perder lo más importante para el, su "talento" su visión, sus sentidos, ese cruel destino que durmio su cerebro e hizo que la vida de Murdoc y él estuviera enlazada, cuando le adoptaron de esa manera tan violenta para que fuese vocalista de banda solo por un capricho de Murdoc, sin manera de negarse, sin forma de escapar pues cada vez que lo intentaba sus piernas eran devueltas a las maletas que cargaba Murdoc, en el anhelo siente que lo único que tiene y lo único que podría perder es Murdoc, sin embargo en ese caso no hay nada temerario si no tiene nada que perder, pues ni siquiera hay una pena ante una existencia atroz que le sujeta con cadenas.

Observando como nuestros corazones laten sin cesar, el sudor se convierte en una sensación de frío.
Notando el como su pecho se eleva y desciende con calma mientras respira, es tan confuso incluso cuando se intenta describir la sensación.
"Creo que esta bien si solo me hundo en tu pecho hasta que el sudor desaparezca." la sangre sigue ahí, presente entre los besos aún pegajosos, con sus manos sudorosas, sus labios siendo comidos literalmente a trozos por dientes puntiagudos que son cortantes, donde el único calor que existe es de hierro oxidado al aire. En la calma se encuentran las vivencias ocultas, no obstante, eso no significa que estan sepultadas.

Exclusivamente tuyo †Studoc†Donde viven las historias. Descúbrelo ahora