nota de autora: pido una disculpa por la pausa, estoy de vuelta con más, espero disfruten :]
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.Sumida en el placer llegué al climax al mismo tiempo que Geto, estaba cansada, sentía el sudor emerger de mis poros y recorrer mi piel, estaba sobreestimulada, un poco aturdida.
Separé ligeramente mi cuerpo de Geto para recomponerme y trabajar con mis respiraciones, carajo a este paso este anciano me mataría, observando de reojo podía detallar un poco su perfil, era impoluto, en verdad esto era real?
— bueno mocosa, te traeré un poco de ropa limpia y algunos productos para que puedas asearte, tienes hambre o algo? - se dirigió a mí con esa interrogante.
— um en realidad sí, quiero una hamburguesa doble con queso y una pepsi. - respondí.
— pura mierda, pero bueno lo ordenaré, recuestate un poco, vuelvo en un momento.
Rápidamente había vestido un short deportivo para salir de la habitación y dirigirse a... no sabía bien a dónde iba.
Removiendome en la cama quedé boca abajo situando mi cara sobre una almohada, de pronto una luz ilumina la habitación, provenía del buró que se encontraba del lado donde Geto había estado acostado, por curiosidad me acerqué y en efecto, era su móvil.
Me acerqué aún más y antes de que la pantalla se apague alcancé a leer las notificaciones, que eran dos mensajes y una llamada perdida, al leer el nombre del contacto me estremecí, y uno de la buena manera, sentí el estómago pesado, era la tal Utahime, en el mensaje exactamente ella decía a Geto que lo extrañaba, que tenía ganas de verlo y de pasarla bien, como siempre, ese último mensaje resonó en mi mente, como siempre.
Estaba tan ensimismada que me tomó un minuto recomponerme para poder vestirme de vuelta, recibí una llamada y era Megumi? qué podría Megumi querer de mí a estas horas.
— Bueno? Megumi? - hablé mientras terminaba de ponerme el calzado.
— Quería saber dónde estabas (...)? - su voz sonaba más rasposa y grave que lo normal.
— Salí un momento pero ahora voy para el departamento, sucedió algo? estás bien? - intensifiqué mi hablar.
— Mandame ubicación y paso por ti, no quiero que andes sola por esas jodidas calles.
Antes de que pudiera responder Megumi había colgado la llamada, es bastante extraño ya que, sí, me llamó a decir que pasaba por mí en un momento... diría... exacto?
En fin, con el malestar muy presente pude salir de la habitación de Geto y lo busqué por el lugar pero nada, finalmente decidí escribirle al celular para avisar que me retiraba y cuando estaba por tocar el pomo de la puerta principal se posiciona a mis espaldas.
— Se podría saber a dónde vas? - pregunta y se acerca ligeramente a mi rostro.
— Um ah, es que me surgió un imprevisto y tengo que volver al departamento, me esperan abajo, adiós. - dije y me safé de su encierro.
Caminé lo más rápido que pude hacia el ascensor y piqué el botón al estacionamiento, miré el celular y Megumi ya estaba ahí, sentía nervios y ni yo sabía el por qué?
Megumi nuevamente había cambiado su camioneta, terrible el modo en el que este chico podía pegarse el lujo de malgastar así el dinero, pero en fin.
— Permiso, buenas noches. - son las únicas palabras que brotan de mis labios.
Por lo que alcanzo a ver venía de un compromiso de negocios o algo elegante, vestía una camisa en color azul marino, pantalón de vestir gris perla y a los costados del cuello colgaba una corbata también gris perla, el cabello lo traía algo alborotado, podía percibir que olía a perfume, algo de licor y menta, tenía los ojos un poco rojos y el semblante muy serio.
Posicioné mi cuerpo en el asiento del copiloto de la Jeep que conducía esa noche esperando que me salude o al menos que me diga una palabra.
— De nuevo con Geto? - pregunta en un tono muy tranquilo.
— C-cómo sabes? o sea, cómo? - sentía la cara arder.
— Nobara me lo dijo cuando le pregunté que dónde estabas, no me hagas volver a preguntartelo. - aceleró y dirigió el rumbo hacia su departamento según lo que marcaba en el mapa del tablero.
— Y creo que de ahí vengo, pero esta será la últim-
— Claro que será la última vez con ese imbécil. - volteé la mirada hacia él y tenía la mandíbula tensa y las manos bien aferradas al volante
— por qué tan repentino todo Megumi? - interrogué.
Suspiró larga y pesadamente para luego estacionar la camioneta en el garage de su hogar, habíamos llegado.
Coloca dos dedos alrededor del puente de su nariz intentando contestar mi pregunta, yo me detengo a observar cada gesticulación que realiza.
— Mira (...), simplemente pienso que Geto es un idiota, y mereces algo... mereces algo bien, entiendes? - explicó un poco nervioso, agarrando del tablero su móvil y las llaves de su hogar.
— Acompañame por favor, te traje aquí porque adentro están todos, estabamos reunidos y sentí que faltabas tú, es por eso que llamé a preguntar dónde estabas.
Quedé ligeramente sorprendida con todo lo que había salido de los labios de Megumi, nunca ha sido una persona muy expresiva o que al menos le importe otra persona que no sea él mismo, sentí un calor invadir todo mi cuerpo.
Antes de que pudiera abrir la puerta del piloto sujeté uno de sus brazos impidiendo que finalice la acción.
— Oye, Megumi, nunca pensé escuchar nada parecido de ti pero, muchas gracias, es muy bueno saber que genuinamente te preocupas por mí. - rompí espacio personal cuando le deposité un pequeño beso en una de sus pálidas mejillas.
Seguidamente bajé de la camioneta para adentrarme a la casa del pelinegro.
Lo que primero puedo ver es a Itadori metiendose dos slices de pizza enteros a la boca y a su lado nobara con una copa de vino entre sus dedos, en efecto estaban los tres juntos.
— AMOR QUÉ BUENO VERTE, TE EXTRAÑÉ UN MONTÓN - lloriquea a lo lejos la pelinaranja.
— (...) te ves jodidamente bien en ese vestido, de dónde lo sacaste. - interroga el pelirosa tragando la pizza que había mascado con antelación.
— Podría preguntar por qué están aquí? - indago.
— Estabamos simplemente aburridos, y Megumi no quería juntarse, así que vinimos a invadir su hogar para estar juntos de igual manera, luego Megumi dijo que faltabas tú y bueno, vemos que fue a buscarte. - habló acelerado el pelirosa.
— Bueh, está bien, denme un pedazo de pizza por fa.
Megumi's pov
Cómo carajos había llegado a este punto, nunca en la vida dejé que mis pensamientos o deseos tomen tanto valor como para actuar.