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Ocurrió un día antes del que Spreen tenía planeado entregarse a la Federación.
Habían salido una vez más de aventuras cuando, estando dentro de una cueva empezaron a aparecer diferentes monstruos, no mucho después lograron salir de aquella cueva.
Pero ni bien salieron más mobs aparecieron y los de la cueva no dejaban de seguirlos.
Estaban escapando de aquella gran horda de mobs , entonces un fuerte estruendo se escuchó haciendo que el niño soltara un grito asustado y los adultos se sobresaltaran, después de eso, lo que antes era un cielo despejado y soleado, cambio a unas nubes gigantes completamente grises, el viento soplaba con fuerza y la noche cayo.
Spreen sintió una punzada en su pecho, un mal presentimiento.
—Tenemos que irnos— Dijo volteando a Fit, el alfa de inmediato saco una piedra para teletransportarse pero una flecha golpeo aquella gema destruyéndola.
Los monstruos cada vez se acercaban más y Spreen se desesperaba.
Tuvieron que escalar un acantilado ya no teniendo a donde más correr.
Los mayores buscaban entre sus inventarios y mochilas algo que los ayudara a salir de aquella situación.
Pero en eso un rayo cayó nuevamente justo donde se encontraban desprendiendo el pedazo de roca en el que estaban.
Fit intento lanzarse hacia Ramón, pero las rocas se lo impidieron.
Y los tres cayeron de una gran altura
Spreen sentía todo su cuerpo adolorido, sentía que perdía el conocimiento, pero se obligó a no cerrar los ojos.
Respiraba fuertemente observando que su cuerpo estaba lleno de heridas unas más profundas que otras, sus pantalones estaban rasgados y su playera estaba completamente machada de sangre en un costado.
Intento pararse ignorando el dolor, pero no pudo, una de sus piernas estaba enterrada entre rocas.
Rápidamente reviso su chat "Ramón y Fit están sangrando"
Su dolor se transformó en desesperación.
Ejerció toda la fuerza que pudo hasta que libero su pierna, con dificultada se paró para empezar a buscar a sus alrededores, pero ni bien dio el primer paso cayó al suelo bruscamente. Su pierna dolía como el infierno.
Un nuevo mensaje llego.
"Fit ha muerto"
Y nuevamente su desesperación volvió, gritando fuertemente hasta casi desgarrarse la garganta el nombre de su pequeño.
Fit había despertado en casa, saliendo de está hacia el lugar del accidente. Su hijo estaba muriendo.
El omega se arrastró como pudo intentando pararse e intentado dar algunos pasos antes de volver a caer al suelo y seguir arrastrándose y llamando al niño, necesitaba que lo hiciera para darse una idea de donde estaba.
