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Un nuevo día se hacía presente en aquella isla.
Fit saldría de exploración pero volvería antes del anochecer, en cambio Spreen se quedaría con Ramón, juntos irían más tarde a una pequeña fiesta que estaba organizado su padre.
Esta sería al aire libre cerca de un río
Fit había ido a despedirse de Ramón a su habitación, al ser muy temprano aún el pequeño estaba más dormido que despierto pero aún así se despidió de su padre.
Spreen se despidió de él en la puerta de la casa.
Volveré al anochecer, pasenla bien en la fiesta. — dijo mientras acariciaba con delicadeza una de las mejillas del híbrido.
El Omega tomó entre sus manos la mano del alfa y le dio un beso a esta.
— Tu también cuidate —
Fit sonrio, tomando al Omega desprevenido al abrazarlo.
Spreen tardo un poco en reacciónar por la sorpresa pero después correspondió el abrazó.
Fit lo soltó comenzando alejarse, cuando spreen lo perdió de vista regresó al cuarto de Ramón quien estaba con los brazos y piernas extendidos sobre toda la cama y la manta en el piso.
Spreen sonrió ante la imagen de su nene en ese momento.
Levanto la manta y acomodo a su hijo bien para que el pudiera meterse en la cama junto a él y continuar durmiendo otro poco más.
Ramón se movió aún dormido acurrucandose en el pecho de su madre con una sonrisa al sentir su calor.
El híbrido solo lo abrazo para volver a dormido.
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Madre e hijo despertaron después de varias horas casi siendo ya la hora de ir a la fiesta.
Se apresuraron a comer algo ligero después de todo comerían mucho más en la fiesta, se arreglaron y salieron de casa.
Al llegar Ramón enseguida se junto con los demás niños para jugar entre ellos.
