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Dos días pasaron desde la pelea de Cellbit y Spreen.
El omega ese día no se encontraría con su pequeña familia ya que iría con su padre a minar, necesitaba un momento con su padre a solas.
Fit se quedaría cuidando de su hijo.
Mientras esperaba que su hijo se levantara el cocinaba el almuerzo, pensando si era momento de decirle a su hijo sobre su verdad. aun estaba en duda pero su hijo merecía saber.
Después de que Ramón despertara y los dos comieran lo que el alfa preparo, fueron al gimnasio. Fit se encargo de limpiar el lugar donde había ocurrido la pelea, había sangre seca por todo el suelo del ring.
Mas tarde Ramón quiso ir a visitar a Chayanne. Esperaron hasta que este despertó, si que tenia un sueño muy profundo.
Los pequeños quería ir de aventura y Fit no le los iba a negar.
Fue así que el resto de la mañana y parte de la tarde estuvieron de aventuras.
Los pequeños encontraron una dungeon ,querían entrar pero el alfa se los negó rotundamente, no estaban preparados para una dungeon así, si algo malo pasaba no podría protegerlos y podrían morir los niños.
Continuaron explorando en eso Ramón encontró un campo lleno de flores, eran hermosas, había de diferentes colores, los niños recogieron varias de estas, Chayanne para Tallulah y Ramón para su madre.
Para su mala suerte no tenían una Waystone para poder regresar, Ramón se desanimo ya que quería traer a su madre con el y estar los tres juntos.
Cerca se ahí estaban unos perritos, Ramón los adopto.
Pronto entraron a una cueva para minar un poco, sin embargo aparecieron varios creepers, para que fueran mas rápido y perdieran a los monstros, Fit tuvo que matar a los perritos de Ramón.
El pequeño se enojo con su padre, Fit se disculpo pero para Ramon no era suficiente, él quería a sus mascotas de regreso, en eso se parecía a Spreen.
Por un descuido no se percataron que un creeper estaba cerca, este exploto muy cerco de Ramón, Fit lo auxilio de inmediato,
Al salir de la cueva Chayanne le reprocho.
— Te queremos vivo Ramón, te lo imploroooo! —
El pequeño aun en su molestia culpo a su padre.
— Esto es porque mataste a mis perritos!!!. —
— Tenia que hacerlo Ramón! — Exclamo el alfa.
Al cabo de un rato regresaron a casa, pasando primero a dejara al pequeño Chayanne de nuevo en su casa donde lo esperaba su padre Philza lo esperaba.
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