Miss You | König

Coronel

La actitud de könig cambió a medida que su ascenso al rango de coronel se acercaba. 

Pronto el poder y el prestigio lo consumieron y dejó de importarle si lastimaba a ___, o a las personas cercanas a él.

Sus expresiones eran poco frecuentes, su actitud severa era temida por sus subordinados y respetada por sus superiores.

Ella tuvo que presenciar como él se había convertido en alguien despiadado y carente de emociones a la hora de dar ordenes.

Finalmente el tan esperado día llegó, Daniel, Horangi y ___ estaban parados allí, mirando desde lejos como era elevado al rango de coronel. 

König había dejado la habitación que compartía con Daniel sin dar explicaciones.

Mudo su cama a su oficina y ya no se reunían a tomar como antes, ahora parecía que lo estaba evitando.

 Con Horangi era un poco mas flexible y de vez en cuando le hablaba.

Sin embargo, ya no se le veía abierto a mantener conversaciones tan largas como antes. 

La amistad sincera que antes existía entre ellos se había convertido en una simple relación laboral.

Y finalmente ___, la cuál ignoraba por completo, haciendo lo posible por mantener la distancia al punto de no reconocer su presencia en pasillos y juntas. 

En su mente, ella representaba todo lo que él quería evitar: Cercanía, vulnerabilidad, deseo y amor.

Sin embargo, de vez en cuando, sus ojos la seguían; observabando lo que hacía o dejaba de hacer. 

Y esto le frustraba

Lo último que ella habría esperado de konig es que se volviera despiadado con ellos, después de todo lo que habían pasado juntos.

...

—Sé que no es fácil de aceptar, pero los indicios son claros, tenemos un traidor en KorTac.

— Alguien del interior está trabajando para el enemigo. El comandante Fisher espetó.

König se inclinó hacia adelante en su silla  mientras observaba las evidencias de un posible infiltrado. 

—Inteligencia indicó que todo apunta a un oficial de alto rango. Comunicó el teniente mayor.

—Tengo un nombre: el teniente Horangi, ha estado haciendo mucho contacto por radio y está siendo demasiado amable con el recluta nuevo.

—Tal vez deberíamos investigarlo más a fondo y ver qué hay detrás de esa amabilidad. Demandó la junta directiva.

—No parece probable. He trabajado con el teniente Horangi durante años y siempre ha sido uno de los mejores soldados de esta empresa. En mi opinión, su amabilidad con el recluta es simplemente porque quiere que se sienta cómodo.  El austríaco defendió.

 El capitan se recostó en su silla, mirando fijamente a König con una expresión seria.

...

La junta terminó a las 3:00 am, könig estaba cansado y estresado, la noticia de un posible traidor no le sento bien, su bienvenida al rango de coronel le resultó agridulce.

Pero al final logró cumplir su tan anhelado sueño. 

Al regresar a su oficina en busca de un poco de tiempo a solas, notó la puerta entre abierta, al parecer alguien lo estaba esperando adentro.

Era Amanda, la cuál había llegado esa misma noche, después de una larga misión, lista para pasar tiempo a solas con könig.

Estaba sentada arriba del escritorio con las piernas cruzadas husmeando algunos papeles, cuando lo vió entrar.

—¡Sorpresa! Quería comprobar si era cierto el rumor de nuestro nuevo coronel y...

—¿Qué está pasando? Preguntó en tono áspero. —Yo no te convoqué para hablar, ni para que vinieras a mi oficina de esta forma.

—¡Ay por favor! No seas tan agresivo, solo vengo a felicitarte.

Ella sacó una botella de whisky.

 —Estamos solos, puedes quitarte esa careta de coronel antipático y venir a relajarte un poco, conmigo... 

König yacía parado en la puerta con una expresión en blanco ante la propuesta de Amanda.

—Déjame quitarte el estrés... Te prometo que seré discreta con nuestros encuentros.

König avanzó hacía Amanda, mirándola fijamente a los ojos.

Ella le devolvio la mirada, mientras destapaba la botella y le servía un trago. 

—Sabes... siempre he querido saber que se siente acostarse con un coronel.

 La rubia bromeó juguetonamente mientras könig movía su mano hacia su cuello y la acercaba a él.

Las manos de ella se movieron instintivamente hacia los pantalones del austríaco.

Sin embargo, Konig rápidamente apreto el agarre en su cuello. —No estoy interesado. Espetó —Y no necesito ayuda con mi "estres".

Ella sintió como le presionaba ligeramente el cuello y dejo caer la botella al piso, llenando el lugar con un fuerte olor a alcohol.

—Te vuelves a meter en mi oficina y en mi vida personal y yo mismo me encargaré de que no vuelvas a pisar suelo militar, nunca mas.

Amanda se estremeció ante la rabia y frustración del austríaco.

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Hola, perdón por la inactividad, han sido días complicados, pero ya saben ¡este libro se termina pq se termina! 🗣️📢