Amanda salió de la oficina de König acomodandose el cabello mientras dejaba un fuerte olor a alcohol a su paso.
Los ojos de ___ se llenaron de lagrimas mientras se aferraba al libro el cuál cargaba en sus manos.
Se odio a si misma, ¿Cómo pudo creer que un estupido recuerdo de la infancia arreglaría todo entre ellos si se lo mostraba?
Se sentia desorientada mientras intentaba encontrar el camino de vuelta a su dormitorio.
Cuando por fin pudo llegar empezo a arrancar algunas paginas, esperando desquitar todo su dolor, pero eso no la hizo sentir mejor.
Estuvo un rato sentada en el piso mirando el libro, debatiendose entre tirarlo o no, al final tomó la decisión de tirarlo a la basura.
Finalmente se quitó la venda de los ojos.
Empezó a empacar sus cosas, sabía que lo que hacía no estaba permitido, pero queria huir, alejarse de todo lo que tuviera que ver con könig y el ejercito.
Pero en el fondo tenía miedo, él y la milicia eran lo único que conocía después de salir del orfanato.
¿A dónde podría ir? No lo sabía, solo queria escapar.
Se aseguro de no ser vista por nadie, pero antes de macharse, decidió despedirse del único lugar en la base el cuál le traía paz: la azotea del edificio principal.
...
El cielo estaba teñido de un azul celeste y la unica iluminación era la luz de la luna, ella dió un último respiro mientras exhalaba el aire frío y el viento acariciaba su cabello.
Este era su santuario, el lugar en el cuál lloró incontables noches por könig, por sus compañeros KIA y por las miles de cosas que había pasado en su infancia.
"Realmente este es el final"
-Pareces estresada.
Los pensamientos de la joven fueron interrumpidos cuando escucho una voz proveniente de las sombras, haciendo que se sobresaltara.
-¿Sargento? ¿Hace cuanto tiempo que esta en ese lugar?
-Alrededor de dos minutos.- Murmuró el británico mientras daba una pequeña calada a su cigarrillo.
-¿A dónde vas a esta hora? Preguntó mirando la maleta. ¿Cansada del trabajo? Bromeó.
-Yo... todavía no lo sé.
El británico dio otra pequeña calada y se sentó en la barandilla, junto a ella.
-¿Te molesta si me quedo por aquí un rato?
La joven asintió y ambos se quedaron en silencio un buen rato, él fumando y ella observando las luces de la ciudad.
...
Era extraño para ___, a pesar de no conocerlo lo suficiente, se sentía tranquila a su lado, ambos podían quedarse callados durante horas y no habría incomodidad ni presión en el ambiente.
El británico dió otra calada y exhaló. El humo llenó el aire por un momento antes de desvanecerse, dejando solo el olor a tabaco.
-Una vista agradable ¿No?- Murmuro por lo bajo.
-Hace mucho que no venía a este lugar...- El tono de la joven era tranquilo pero con un matiz triste.
-¿Me permites decirte algo?- El británico preguntó sin apartar los ojos de ella.
-Adelante, Sargento.
-Agradezco que me hayas recibido de la manera en que lo hiciste, muchos aqui me tienen miedo, no me han tratado con tanto "humanidad" como lo has hecho tú, soldado.
-Me alegra escuchar eso, me hubiera gustado tratarlo un poco más.
El británico levantó una ceja. -¿Hubiera?
-Me hubiera gustado no despedirme de nadie, me es dificil hacerlo.- Tragó saliva antes de continuar. -Esta sera la última vez que nos veamos, Ghost.
Él dejó de fumar un momento para mirarla con una expresion ilegible.
-Buena suerte en su próxima misión, sargento.- se despidio sintiendo como su tiempo en el ejército había terminando.
El dejó escapar un suspiro mientras miraba hacía la distancia, parecía decepcionado pero no dijo nada al respecto mientras ella tomaba su maleta y caminaba escaleras abajo lista para partir, pensando en dónde pasaría la noche.
-Te lo prohíbo.- La joven escucho desde la distancia la voz severa del británico.
Dió una ultima calada al cigarrillo antes de tirarlo y dar un paso hacía adelante, mientras se cernía sobre ella.
-Entiendo que esta no es la forma de desertar del ejército, pero por f-
-No te dejaré ir.- Respondió con firmeza, mientras sus ojos buscaban los de ella.
-Tengo que hacerlo, no hay otra opción para mi, este ya no es lugar para mí.- La chica rogó.
-La otra opción es quedarte conmigo.- Su voz era seria y firme. -Y no me refiero a quedarte en la base, sino a quedarte conmigo.
El corazón de la joven se aceleró, no sabía que decirle y no estaba segura de haber escuchado bien.
-Mírame.- Su tono cambió a uno más bajo. -Lo que sea que te moleste, quiero ayudarte, pero no puedo hacer nada si no me dejas.- Habló con firmeza.
Ella vaciló un poco antes de responder torpemente. -No entiendo...¿Por qué?
-No preguntes, solo quédate.- Su mano apretó ligeramente su brazo, no queriendo dejarla ir.
-Entonces... Quiero ir a esa misión en Verdansk, llevame contigo...- Pidió la joven.
Él asintió sin duda.
-Está bien, te llevaré conmigo, pero no hagas mi vida más difícil de lo que tiene que ser.
Se dio la vuelta y caminó con ella, todavía sosteniendola del brazo.
-Vamos, tenemos que prepararnos. Saldremos mañana por la mañana.- Ordenó el británico.
Mientras caminaba a su lado, la joven podía sentir el roce de su piel caliente.
Y no pudo evitar preguntarse ¿Por qué le pidió de esa forma que se quedara?, pero por ahora no daría mas vueltas al tema.
Tomaría esta oportunidad con tal de alejarse un tiempo de la base y de könig.
Hola, primero que nada, ofreceré disculpas por la gran ausencia, como había escrito anteriormente, he estado pasando por una serie de cosas y contra tiempos pero estoy intentando acomodar mi vida lo mejor posible.
Hace unos días empecé a trabajar y ahora reparto mi tiempo entre estudios y trabajo, aparte de eso no me estoy sintiendo bien mentalmente, pero eso no quiere decir que está obra se dejará sin terminar.
Siempre había querido escribir un libro y esto es lo más cerca que he estado, no dejaré que esto quede en el olvido a pesar de todo lo malo que me ha estado rodeando.Gracias por el apoyo, sus comentarios en tiktok y aquí me dan ánimos para seguir adelante con esto. Y espero me tengan un poco de paciencia, estaré actualizando, lo prometo.
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Miss You | König
FanfictionKönig siempre se mostró frío y distante con ella. La ignoró la mayor parte de su vida mientras ella hacía todo lo posible por hacerlo sentir querido. Pero esa noche todo cambio, los papeles se invirtieron ante la llegada de un nuevo intruso.