—Fue un día muy especial, ¿no crees?
Fyodor y Chuuya estaban acurrucados en un colchón en el suelo. Todavía se estaban organizando en la nueva casa, por lo que aún no tenían una cama en la que dormir, pero con poder estar juntos era suficiente.
—Estoy conmovido... Jamás creí que me emocionaría tanto que me regalaran cosas de bebé —Chuuya sonrió con ternura. Luego hizo una mueca de molestia y tuvo que limpiarse una lágrima del ojo—. Maldición...
Fyodor sonrió levemente y le dio un abrazo. Y entonces sintieron las patadas.
Los dos se quedaron estupefactos, mirándose el uno al otro, sin saber bien si había sido imaginaciones suyas. Chuuya se palpó el vientre y volvió a sentirlas. Se alegró.
—¡Están pateando!
Y tomó la mano de su novio para colocarla en su abdomen. Fyodor se quedó boquiabierto sin saber bien que decir.
—¡Dazai! —Dijo por fin— ¡Ven! ¡Nuestros hijos están dando pataditas!
—¡Vooooy!
El castaño se acercó tímidamente con un paquete en las manos. Se arrodilló junto a ellos y acarició el vientre de Nakahara, sonriendo levemente.
—Qué lindo... —suspiró— No puedo esperar a que estén aquí.
—Ni yo —respondió Chuuya. Luego señaló el paquete—. ¿Qué llevas ahí?
Fyodor se animó.
—¿Es tu libro? —Preguntó con curiosidad. Al pelirrojo se le iluminaron los ojos.
—Ah, bueno... —Balbuceó Osamu— S-sí, pero... —Tomó aire— Antes de que lo abran tengo que decir que, eh...
Se puso nervioso. Fyodor al notarlo le tomó la mano para darle un poco de confianza. Dazai agradeció el gesto y habló.
—Yo quiero que sepan que... Bueno, el Dazai de dieciséis años jamás hubiera creído que podría tener dos novios ni que fuera a ser padre de mellizos. Pero que sea inesperado no significa que, bueno, que no sea lo mejor que le ha pasado a mi vida —les sonrió—. Incluso con los inconvenientes, yo los amo más que a nadie en el mundo. Maldición, los amo a ustedes más de lo que me amo a mi mismo. Nunca duden de eso.
—Aww, Osamu...
El castaño apretó el paquete con fuerza.
—La historia no es... Bueno, no es linda —admitió—. ¡Pero es ficción! —Aclaró— No tiene nada que ver con ustedes, ¿sí?
Sus novios estiraron la mano y él les entregó el paquete. Ellos lo abrieron con cuidado y extrajeron un libro titulado:
—Indigno de Ser Humano... —Chuuya lo miró preocupado— Dazai, lo siento tanto...
—E-está bien, de verdad, no es por eso, ni por...
—Fue lo que Chuuya te dijo esa vez, ¿no? —Fyodor también lo miró con angustia— De verdad te caló profundo, ¿no es así?
Él les sonrió tristemente y los tomó de la mano.
—Ya les dije que no tiene que ver con ustedes —prometió—. Sí, me lo dijo Chuuya en esa ocasión, pero no significa que guarde rencor ni nada parecido. Me pareció una frase... bueno, una frase impactante, y se me ocurrió escribir sobre ello. No es como si yo me sintiera así. Y ya sabemos que Chuuya tiene sangre de poeta en sus venas.
—Aún así lo siento.
Y para hacerlos sentir mejor los abrazó. Sus dos novios se recostaron en él y por poco lo tumban del colchón al dejar caer todo su peso sobre el pecho del castaño.
—Yo todavía lamento la cachetada.
—Está bien.
—No, no lo está. Deja de minimizar tus sentimientos para hacernos sentir mejor, eso no es sano y lo sabes —Chuuya le dio un beso en la mejilla—. Recuerda que estamos aquí para ti, ¿de acuerdo?
—Lo sé.
Y con un beso de tres se dieron las buenas noches y se quedaron dormidos.
Año nuevo y enero pasaron rápidamente. En San Valentín decidieron tener una cita, porque desde hacía bastante no tenían una. Habían estado tan ocupados con acomodarse en su nueva casa, buscar un nuevo trabajo para Chuuya y no descuidar los suyos, el tiempo se les había escurrido de las manos tal cual arena.
Primero fueron al cine a ver una peli. Después comieron un helado bien grande, y por último fueron a almacenes de ropa para mirar cosas para sus bebés. Decidieron que no querían conseguir ropa azul, sino amarilla, naranja y violeta.
¿Por qué? Porque Chuuya se encaprichó, por eso.
Y luego fueron a su cita del control del embarazo. Según Mori, todo estaba perfectamente, y sus bebés estarían naciendo aproximadamente entre el 26 de Marzo y el 5 de Abril. También les habló sobre las contracciones, pues Chuuya ya había tenido sus primeras y Dazai y Fyodor casi se infartan pensando que era hora de, parto y los bebés iban a nacer prematuros.
Después de tantos problemas y mini infartos, todo iba perfectamente y el trío estaba listo para recibir a sus hijos.
Lástima que todas las indicaciones del doctor se les olvidaran al momento en que Chuuya les dio una patada que los lanzó de la cama y gritó que tenía contracciones demasiado fuertes y que estaba seguro de que sus bebés iban a nacer en ese mismo instante.
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Bueno, bueno ¿qué día van a nacer los bebés? ¿Pueden adivinarlo?
Gracias por leer!
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Poliamor// Fyoyazai
Fiksi PenggemarNo era necesario que Anne-san le dijera que una relación poliamorosa era complicada, lo que necesitaba era que alguien les explicaba cómo demonios se suponía que tres padres cuidarán de un hijo. -El diseño de los personajes le pertenece a Asagiri Ka...