Poliamor// Fyoyazai

17

Lo primero que escuchó fue una melodía, sonaba linda, pero la letra era más bien... Extraña.

—Shinjū wa... Hitori dewa, dekinai~

—Osamu, no le cantes esas cosas a nuestros hijos, ¿quieres?

—¡Pero si no me sé otra canción!

No pudo evitar sonreír débilmente y tratar de abrir los ojos. Fyodor lo notó y le hizo una seña al castaño para que se acercarán a ver.

—Good Morning~ —Saludó Dazai inclinándose a dejar un beso en la frente de Chuuya—. ¿Cómo te sientes?

—¿Necesitas que te traiga algo o que llame a un doctor? —Preguntó Fyodor.

Chuuya soltó y quejido y trató de medio-incorporarse. Frotó sus ojos con su muñeca y miró a sus novios. Cada uno tenía en sus brazos un bebé. La escena le conmovió tanto que dejó escapar un pequeño sollozo.

—¿Ellos son...? —Empezó débilmente y se tapó la boca. No iba a llorar, porque sus novios seguramente se reirían.

Aunque contrario a lo que había pensado, ellos le sonrieron con tanto cariño en sus ojos que sintió que se estaba derritiendo por dentro. Se acomodaron como pudieron a su lado y le enseñaron los bebés.

El que cargaba Dazai tenía cabello negro, igual que Fyodor, aunque su piel era mucho menos pálida que la suya. Por el contrario, el que cargaba Dostoyevski tenía cabello naranja y piel más pálida que la de su mellizo. Chuuya no sabía exactamente cómo iba a cargar a los dos bebés al mismo tiempo, pero aún así extendió ambas manos para que los acomodaran allí.

—Mis bebés... —Susurró— ¡Son tan hermosos!

—Este se llama Alexey Dostoyevski —indicó Osamu poniendo al bebé en el regazo de Chuuya—. Mide 47 centímetros y pesa 3.7 kilos. Es el mayor. Nació a las siete con cuarenta y cinco. Y, evidentemente, es la semilla de Fyodor.

El ruso lo miró con reproche.

—No digas eso, 'Samu. Ya habíamos acordado que no importa quién sea el padre biológico, ambos somos los padres.

Dazai lo miró con cariño y le guiñó el ojo. Fyodor suspiró y puso el otro bebé junto al primero.

—Este es Fumiya. Fumiya Nakahara. Mide y pesa lo mismo que Alexey, y nació a las ocho; media hora después.

—Son preciosos. Los dos.

Y abrazó a sus hijos con fuerza, pero igualmente con cuidado para no hacerles daño. Luego invitó a sus novios a unirse al abrazo familiar.

—¡Por cierto, Chuu! Tu hermana ya está aquí. Y Paul también.

—¡Paul..!

—En cuanto le llamamos para avisar tomó el primer avión a Nagano.

El resto del día se lo pasaron en visitas familiares. Y no sólo fue la familia de Chuuya la que se reunió, sino que el propio Mori se encontró con su hija, Akiko, a quien no veía desde ya mucho tiempo atrás. Ella no estaba demasiado contenta de ver a su padre y prefirió mantener la distancia. Mori lo aceptó, pero ya estaba tranquilo de saber que todo estaba bien, y que lo seguiría estando en el futuro.

Yosano era una mujer fuerte que se había casado con otra mujer fuerte, y que juntas habían tenido a una hermosa y brillante niña. Sabrían apañárselas.

Los amigos de Fyodor y los compañeros de trabajo de Dazai también quisieron ir a visitar. Después de todo, eran lo más parecido a familia que ambos tenían. Sus relaciones con sus padres y familiares de sangre no eran, precisamente, las mejores.

Pero eso no importaba ahora. Habían creado su propia familia, y sin importar qué hubiese sucedido en el pasado, merecían esa nueva vida. Merecían a ese fantástico novio (y si todo salía bien esa semana, futuro esposo), esos hermosos hijos y una prometedora vida por delante. No iban a permitir que sus errores los definieran; ellos pasarían de ellos.

Todo estaría mejor ahora.

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[The End]

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Yyyyyyyyyy, hasta aquí hemos llegado, damos y caballeras, aunque quizás haga algún especial, que en realidad sí lo tengo pensado, pero de momento el resto lo dejo a su imaginación!

Muchas gracias por leer, votar y comentar. Fue un placer escribir esto (aunque sufrí mucho con los bloqueos, literalmente ya se cumplió un año de haber empezado el fic y nada que lo terminaba) y espero nos leamos pronto!

Gracias por leer!