Maksim
Ver a Zaur rodear su delgado cuerpo se sintió como acido en mis ojos.
El dolor y enojo que sentía no era solo algo emocional, prácticamente podía sentirlo en mis interior
Una llamarada de celos recorrió mi cuerpo
La adrenalina corriendo por mis venas hizo su trabajo y sumado a la ira que ya sentía me convirtieron en uno de los seres más letales, no claudicaría ante nada para recuperarla.
Mis primos habían llegado. Si los disparos en el patio eran una indicación.
Rápidamente indique a Kiril y Aleks que debían recuperar a mi madre. Yo mismo me encargaría de recuperarla
Cayendo en cuenta que mi prioridad siempre fue mi madre, hasta que la conocí.
La maldita tenía demasiado poder sobre mí, y no lo sabía.
Talvez, solo debería follarla hasta hartarme una vez que la recuperara, para sacarla de mi sistema. Follarla y poner una bala en su cabeza, así acabaría con su poder.
Dispare a dos hombres que intentaron atacarme. Degollé a uno por su audacia de intentar detenerme. Apenas importándome estar cubierto de su sangre.
Mi visión estaba enfocada en mi mujer. La cual estaba siendo llevada sin un ápice de lucha por el puto georgiano. Un par de hombres custodiándolos.
Mi madre fue sacada de la habitación, balas volando alrededor, era pura suerte que no me llegara ninguna. Corrí aún más fuerte, atravesé la cocina siguiéndolos.
Una bala en la cabeza, elimino a uno, el otro se abalanzo sobre mí, una llave en el cuello y un movimiento brutal después, cayo desplomado con el cuello roto. Sus ojos sin vida me miraban.
Con lentitud me levante. Me sentía como una animal cazando, persiguiendo a su presa.
Salimos de la casa. La nieve los freno un poco, especialmente por la falta de abrigo de Diana. Básicamente fue arrastrada mas de 100 metros bajo su brazo, sus temblores aumentaban, combinando su miedo con el clima helado.
Zaur se detuvo y giro, su sonrisa y mi mujer en su brazo crispaban mis nervios.
Su rostro asustado me hacía arder de furia. El vaho que escapaba de su boca y su nariz. Sus ojos asustados y sus dientes por poco chocaban entre ellos de lo fuerte que temblaba. Sus manos rodearon sus delgados brazos, intentando calentarse, su intento inútil.
Su mirada aterrada me partía por el miedo, especialmente porque sabia que yo era el culpable. Yo había traído a estos monstruos a mi casa, yo la había puesto en peligro y ahora Zaur amenazaba con arrebatármela
El puto rodeo el cuello de Diana, una sonrisa en su rostro.
El temblor de mi mascota aumento a cada segundo.
Me acerque lentamente, como un depredador, acechando a mi presa, con precaución.
En este momento entendí finalmente porque Zaur me perseguía con tanto fervor.
Solo de imaginarme que alguien que no fuera yo hiriera a mi mascota, me partía a la mitad y si sumaba un hijo nuestro a la ecuación, seguramente perseguiría a ese bastardo hasta el mismo infierno para vengarme.
Zaur me dejo acercarme, tan solo 2 metros nos separaban.
Apenas sentía el frio en mi piel. Comenzó una suave nevada, aumentando el nivel de nieve.
Mi pobre mascota se estaba congelando, su escasa ropa de dormir hacia poco para protegerla del clima. Sus pezones eran puntos duros, luchando por atravesar el suave camisón que usaba, sus mejillas y nariz rojas por el frio, calor saliendo en oleadas de su cuerpo, el vaho filtrándose por su nariz y sus labios temblorosos. Me preocupaba su rostro, se estaba volviendo ceniciento, su cuerpo poco acostumbrado al frio no podía luchar con rapidez contra el frio. Su cuerpo perdía la batalla contra el frio con rapidez.
ESTÁS LEYENDO
RENACER (RUSO PARTE 2)
General FictionHerida mas alla de la recuperacion, rota, un pequeña semilla brotara y renacera. Como un ave Fenix, renacera de sus cenizas.