𝐃𝐄𝐒𝐓𝐑𝐎𝐘 | 𝐁𝐈𝐋𝐋 𝐊𝐀𝐔𝐋𝐈𝐓𝐙

↳𝟏𝟖

Angélica.

Miraba la ciudad desde el balcón, todavía no le dije a Bill que me voy, lo peor de todo es que no sé que va a pasar, una parte de mí me dice que lo deje porque conmigo no va a ser feliz, pero la otra me dice que no lo haga porque lo voy a lastimar de todas formas.

Vuelvo a entrar a la habitación, Bill está dormido en la cama con Bambi hecho bolita en su cuello, siento mis manos temblar de la ansiedad, esta decisión me va a doler en el corazón pero es por su bien, Bill tiene que seguir sin mí, se que va a poder si Tom, Gustav y Georg están a su lado, se que lo van a cuidar por mí.

- Lo siento, te amo.. mucho -. Acaricio su mejilla y mí vista va a él conejito.- Tu lo vas a cuidar también, no te olvides de mí Bambi -. Beso por última vez los labios de Bill. 

Agarro mí bolso y salgo con cuidado de la habitación, voy caminando por el pasillo hasta que escucho que una puerta se abre.

- Angy.. -. Me doy vuelta y veo a Gustav.

- Gustav.. yo.. solo no digas nada, por cierto, eres la mejor persona que conocí en mí vida -. Lo abrazo fuerte y Tom sale de su habitación también, mierda.

- ¿Chicos? -. Gustav con lágrimas en los ojos al igual que yo, se va a su habitación sin decir nada.- Angy, ¿Que es ese bolso, a dónde vas? -. Se acerca con preocupación.

- Se cumplieron los tres meses -. Aprieto la correa de mí bolso que cuelga en mí hombro.- Y no, Bill no sabe nada.. se que dijiste que tenía que hacerlo, pero..-.

- Tienes miedo, lo sé.. -. Ambos quedamos en silencio.

- Cuida a Bill, te va a necesitar y mucho -. Se me cae una lágrima y Tom estira su brazo para atraerme a él y abrazarme.

- La que debe cuidarse eres tú, me duele ver qué te vas y no puedo hacer nada por ti, perdóname -. Yo niego y me separo un poco.

- Llevo años en esto, no es culpa de nadie, fue mía y solo mía, Tom.. y aunque no compartamos sangre te quiero como mí hermano -. Me alejo de a poco y camino hacia atrás.- Nos vemos Kaulitz -.

- Adiós, insoportable -. Me sonríe con tristeza, yo hago lo mismo eh ingreso al ascensor, cuando las puertas se cierran veo mí reflejo con los ojos aguados y rompo en llanto.

En medio de mí llanto abro mensajería en mí celular.

Lison
La camioneta ya está afuera.

Angélica
Ya salgo.

Cuando salgo del edificio me quedo parada en medio de la acera, Lison tiene la puerta abierta de la camioneta que puede llevarme al triunfo o la derrota.

- Elegiste bien -. Se hace a un lado y sin decir nada le doy al chófer mí bolso y subo a la camioneta.

Recuesto mí espalda en el asiento y Lison sube.

- Ahora vamos al aeropuerto, ahí está todo el equipo, el vuelo a Pékin sale en dos horas -. Yo solo asiento mirando por la ventana, ya no queda nada por hacer.

Luego de una hora ingresamos al aeropuerto, hice toda mí documentación y fui con el equipo que aborda el avión. Al parecer no esperaban verme ahí por sus caras de sorpresa.