Supresor | 26 años

111 16 0
                                    

Los domingos en los que salimos a pasear con nuestros pequeños Eric y Joanne se han convertido en una de mis cosas favoritas en el mundo, y como no si eran ratos relajantes para ambos a pesar de que tuviéramos que calmar a Joanne y Eric siempre que comenzaban a llorar por algo, era como un respiro luego de una larga semana de trabajo.

Normalmente solíamos llevar a ambos a dar un paseo por un parque cercano a nuestra casa, yo llevando a Eric en brazos y tú llevando a Joanne en un cochecito para bebé. Caminábamos, descasabamos, bebíamos té helado bajo la sombra de los árboles y jugábamos un rato con los pequeños a los que dejábamos sobre el césped.

Aquel sábado no fué la excepción, salimos a dar un relajante paseo en familia como todas las semanas pensando en que todo iría bien. Sin embargo y contrario a lo que creímos ese día tendríamos una pequeña (gran) complicación: de un momento a otro tu aroma se sentía ligeramente diferente, además de que comenzaste a apegarte más a mi. De inmediato noté las señales y una alarma se encendió dentro de mi, no tardé en llevarte a ti y los bebés de regreso al auto.

Para nuestra suerte aún quedaban supresores en la guantera, supresores que tenías la costumbre de guardar ahí para tener de reserva en casos de emergencia, al inicio pensaba que era algo relacionado a tu obsesión con el orden pero ahora lo agradecía internamente, creo que sin ti la casa sería un desastre.

Mientras los bebés dormían en sus asientos tú tomaste el supresor, yo por mi parte te abrazaba por los hombros y te acerque a mi, procurando que tu rostro quedara cerca de mi pecho y ayudándome en mis feromonas para calmarte y que el efecto del supresor sea más rápido. Y mientras eso pasaba me encargué de darte besos en las mejillas y suaves caricias que hicieron que soltaras una risa en más de una ocasión, así dejamos pasar varios minutos hasta que el supresor hiciera efecto.


- ¿Te sientes mejor, caramelo ácido? - pregunté al notar una mejoría en ti.

- Sí, bastante mejor... Gracias por siempre cuidar de mi y procurarme tanto...








































































The story that won't end | omegacember 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora