Ronroneo alpha | 18 años

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- ¡Te dije que te controles, gordo estúpido!

- ¿Y qué esperabas? ¿que les pidiera amablemente que dejaran de decir mierda?



A veces me molestaba tu pacifismo y moralidad, me irritaba un poco pero fué lo único que pude hacer en estos casos.

Desde hace algunos años formas parte del equipo de básquetbol de la escuela, lo que te hizo acreedor a una beca deportiva y gracias a eso ambos pudimos quedar en la misma universidad. Pero aunque para mi las cosas marcharan relativamente bien para ti... No tanto. O bueno, sí pero con sus detalles, y esos detalles se traducían en tipos que se creían con el derecho de hacer comentarios pendejos sobre lo que harían contigo si te quedaras encerrado en los vestidores a solas con cualquiera de ellos. Por obvias razones me encabronaba muchísimo escuchar esto, después de todo eres mi omega y siempre voy a querer protegerte de lo que sea, razón por la que una vez acabé pelando a golpes con uno de esos tipos a los que desgraciadamente tenías que soportar por ser parte del mismo equipo.

No duramos mucho peleando, pero tenía una ventaja por ser más alto así que estaba seguro de que sí o sí ganaría y dejaría en claro que no deben meterse con mi omega. Igualmente acabamos en la oficina del director y con una semana de detención (quizás esto fué una de las cosas que más me molestó, ser castigado por defender a mi omega). Obviamente acabaste enterándote y regañándome por "actuar de manera impulsiva y recurrir siempre a la violencia" cuando sólo te estaba defendiendo.

- Pudiste haber encontrado otra solución, ahora estás castigado por maldito salvaje

- Mira quién habla, el judío de Jersey - esto último lo dije entre murmuros, no quería empeorar la situación. Además estábamos en tu casa y podrías echarme en cualquier momento.

- No quiero que vuelvas a pelear así por mi. Ya sabré yo cómo defenderme en su momento

- Kahl pero...

- Pero nada - me interrumpiste usando el mismo tono de voz serio e intimidante - obedece y ya no seas tan problemático.


Al escucharte sólo asentí y te abracé prometiendo que te haría caso, tú suspiraste al sentir mi abrazo y correspondiste, recostando tu cabeza sobre mi pecho. En ese momento comencé a ronronear y disfrutar de lo bien que se sentía tener tu aroma cerca, normalmente esta es una señal para decir que el alpha fué dominado por el omega. Y no sería para menos, un alpha como yo sólo podría ser dominado por un omega como tú.































































The story that won't end | omegacember 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora