Emily
En clase de nuevo. Al menos hacia bueno, con el sol reluciente brillando en el cielo haciendo que la entrada del insti donde había un jardín y arboles, se vieran de un verde agradable mientras se oían a pajaritos canturrear agradecidos por el sol. Hacia el insti menos aburrido y temido por los estudiantes ya que todo lo odian.
Entre en el insti sonriente y cogí los libros de mi taquilla y fui a mi primera clase. Filosofía. Era el primer año que tenía esa clase y no conocía al profesor más que de verle por los pasillos. Y para rematar no me tocaba esa clase con ninguno de mis amigos.
Me senté en una silla en medio de la clase, ni tan atrás como para no enterarme mi ni muy adelante como para ser muy visible. La clase empezó a llenarse y finalmente llegó el profesor. Vestía con ropa un tanto anticuada lo que no me sorprendió ya que supuse que su filosofía de vida sería; No tengas lo mejor para que te aprecien, se apreciado por ser lo mejor. Una filosofía en contra del mercado y su esfuerzo por convencernos de que tenemos que ir a la última.
En mi opinión tampoco es necesario ir a la última, pero esa ropa parece de los noventa y le suma años al profesor del que me habían hablado positivamente y que no tendría más de veinticinco años. Dejó los libros en su mesa y se dirigió hacia la clase. Parecía un hombre amigable, lo que hacía que mucha gente quisiera apuntarse a su clase.
Se presentó y tras darnos una charla sobre algunos de los filósofos más importantes tales como Sócrates, Platón, Aristóteles... Nos cuestiono sobre nuestra opinión y las respuestas que daríamos a las preguntas que ellos mismos se hacían sobre la sociedad.
-Bien, esta pregunta es mia personal. -Comentó mirando a la clase en general. -Si tuvierais la seguridad de hacer algo y que fuera a salir bien, ¿que haríais?
Entendía porque era uno de los mejores profesores del insti. Era muy cercano con los alumnos.
Y sus preguntas te hacían pensar. No como si tuvieras que recetar un párrafo de literatura o hacer una ecuación de matemáticas, pensar más allá de eso, de una manera diferente. Soltaron varias respuestas estúpidas, los típicos graciosillos que hay en todas las clases. Algunas de ellas relacionadas con el sexo.
-¿Claire? -Dijo con un tono curioso.
-Am... yo. Supongo que, trabajar en lo que me gusta. -Comentó.
Estaba de acuerdo con su respuesta en parte. Tu trabajo va a ser a lo que te dediques toda la vida, se supone que te tiene que gustar y llenar. Se supone. Pero en realidad tampoco pasaría nada si no trabajas de lo que te apasiona. De hecho, sólo tienes que fijarte en cualquier persona, lei un articulo en el que decían que tan sólo el 21% trabaja en algo relacionado con lo que soñó. Y tan sólo el 9% de los adultos logran el trabajo soñado de cuando eran niños. Lo que a mi personalmente no me parece justo. Y es algo que me preocupa, pero es una realidad, sólo tienes que fijarte en la gente con traje y su cara sin expresión. Yo, haría otra cosa...
-¿Emily? -Se dirigió hacia mí el profesor con curiosidad.
Y tengo que admitir que me sorprendí porque, ¿como sabia mi nombre? --Yo... Me enamoraría. -Confesé.
-¿Y eso? -Se cruzó de brazos mirándome intrigado.
-Tengo la sensación de que si... me enamoro, saldrá mal. Es decir. La mayoría de relaciones que e visto han acabado mal, con dolor, corazones rotos, y cuando no, con el tiempo se ha ido desgastando, o pierden las ganas de luchar o simplemente se acabo el amor. -Levanté un hombro quitándole importancia.
-¿Y qué es lo que buscas exactamente en un hombre? -Pregunto curioso.
-Que nose canse de luchar nunca por mi. -Dije como ejemplo. -Quiero una amor tan verdadero como para morir de amor. -Sentí mis ojos brillar de esperanza.
-¿Conoces algún amor asi? -Me dedico una sonrisa.
-Si. Lo hice. Mis bisabuelos. -Sonreí mirando mi cuaderno. -Estaban tan enamorados que iban a tooodas partes juntos, y cuando se separaban un segundo no paraban de hablar del otro. Se tenían en un pedestal. Si se peleaban tenían una regla. Cada vez cedía uno, claro que así siempre lo arreglaban. Cada dia tras comer tomaban el café juntos enelbar de la esquina de su casa, era una tradición. -Me gustaría tener a alguien para tomar el café. Pense para mi misma. -Hasta que mi bisabuela murió. Mi abuelo parecía ahogarse en soledad e dependencia. Tan sólo seis meses después mi bisabuelo murio de pena. Los médicos dijeron que estaba en perfecto estado de salud y que nunca habían visto un caso así, lo llamaron, morir de amor.
Todos soltaron un "oh" enternecidos. -Esa es la mejor respuesta que he oído en todos mis años de profesor y la mejor razonada. -Me aplaudió. Yo... tan sólo había sido sincera. Una historia muy bonita, pero como dice madre, ese amor ya no existe. Porque ya nadie se toma el tiempo de enamorar. Y lo mejor de todo es que fue real.
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Hola lectores!!!!!
Aqui estoy de vuelta, acabe las recuperaciones al fin y he recuperado la única que tenia asi que espero subir más seguido pero tambien estoy muy ocupada. Os he echado de menosssss....
Lo mejor de la historia que cuenta Emily es que es real!! ¿Moririas por amor?
Espero que os haya gustado el capitulo tan filosófico que ya tenia ganas de escribir. El siguiente cap de la maratón lo subire a las 22:00
Comentad y votad. ;)
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Enamorame, si puedes... © (EDITANDO)
Teen FictionEmily siempre se ha considerado una adolescente normal, con una familia, dinero necesario para vivir y unos estupendos amigos. Solo que con una pequeña diferencia, ella no cree en el amor, a diferencia de una de sus mejores amigas Leslie, lo cual le...