Emily
-Bien bien. Oye... ¿Puedes sacarnos de la cárcel? -Solté con tono nervioso.
-Espera ¿que? -Dijo Alex notablemente sorprendido.
-Si, lo que oyes. -Murmure esperando a que procesara la información.
-¿Has dicho de la cárcel? ¿Crei que ibais al pueblo del al lado a pasar la tarde? -Comento el confuso, por su respiración agitada y sus pasos pude notar como se movía por la casa dirigendose con rapidez hacia su coche.
-Bueno, no estamos en la cárcel en si, estamos en comisaria. -Aclare. -Ven por favor, solo necesitan que alguien venga a buscarnos. -Pedí desde el teléfono esperando que no pidiera explicaciones.
Pude oír como resoplaba un poco molesto por el lió en el que nos habíamos metido. -¿Donde estáis? -Pregunto mientras yo oía como arrancaba el motor de su coche.
Casi media hora después pude ver a través de el cristal de la sala en la que estábamos a Alex entrando a comisaria y hablando a lo lejos con un policía. Nos habían metido en una sala tras habernos echo unas cuantas preguntas y habernos amenazado para que no volviéramos a repetir actos delictivos. Para mi eso no era un acto delictivo, mas bien era... un delito menor. Si, delito menor me gustaba mas.
Me fije en Alex que no apartaba la mirada de mi mientras hablaba con el policía, supuse que estaría diciéndole que venia a buscarnos o algo así. Seguramente le estaría preguntando que habíamos echo. Minutos después un agente nos dijo que podíamos irnos porque habían venido a buscarnos y salimos de esa habitación. Alex venia hacia nosotros y yo me acerque a el y le abrace.
-Gracias por venir. -Susurre abrazándole.
-No es nada. -Sonrió el correspondiendo mi abrazo. -Eres una pequeña delincuente ¿eh? -Bromeo riendo al separarnos.
-Ya ves. -Reí negando con la cabeza.
-Nunca me lo hubiera esperado de ti princesita. -Bromeo el sonriendo ampliamente dejando ver sus blancos y perfectos dientes. Su sonrisa hizo que me derritiera y recé para que no lo hubiera notado.
-Soy una princesita indomable. -Reí.
Aparecieron los demás a nuestro lado y tras saludarse con Alex salimos de comisaria para volver a casa.
-Alex, has venido en coche ¿no? -Pregunto Brad. -Si quieres lo dejamos aquí y lo pasamos a recoger otro día. -Propuso Brad para que fuéramos todos en el mismo coche.
-No hace falta, id vosotros en el de Alli. La princesita y yo iremos en el mio. -Soltó el haciéndome mirarle sorprendida y confundida a la vez. ¿Cuando había dicho yo que iría con el? El se dedico a guiñarme un ojo mientras sonreía.
-Venga vale, nos vemos allí. -Aceptaron los demás antes de empezar a caminar hacia su coche.
-No recuerdo haber dicho que fuera a ir contigo en el coche. -Murmure entrando en su Jepp, en el asiento del copiloto.
-Porque no lo has dicho. -Rió entrando en el coche y arrancando el motor.
-¿Entonces? -Pregunte confundida a la vez que el sacaba el coche del aparcamiento.
-Quería estar a solas contigo, además de que tienes que explicarme lo que ha pasado. -Sonrió mirándome de reojo.
Suspire. -Pues... yo quería entrar al museo y bueno era caro. Brad insistió en que nos coláramos por la ventana que estaba abierta porque no quería que me quedara sin ver el museo. Es el mejor amigo del mundo ¿eh? -Murmure contándole lo que había pasado. -Lo gracioso es que no hemos podido ver nada porque nos han pillado al segundo. -Explique mirando por la ventana de mi lado.
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Enamorame, si puedes... © (EDITANDO)
Teen FictionEmily siempre se ha considerado una adolescente normal, con una familia, dinero necesario para vivir y unos estupendos amigos. Solo que con una pequeña diferencia, ella no cree en el amor, a diferencia de una de sus mejores amigas Leslie, lo cual le...