CAPÍTULO 8: Sin más, Héctor.

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La mente había creado la imagen de cómo sería, qué edad tendría, la contextura física, cómo vestiría, estaba inmersa en esos pensamientos cuando la puerta se abrió y él apareció.

Quedó sorprendida, pensando que seguro se le notaba en la expresión de la cara, siempre todo se reflejaba en su rostro sin poder controlarlo.

El hombre que la recibía tenía apariencia de ser más joven de lo que su cabeza lo había imaginado.

Le dió un cálido saludo, una sonrisa cómplice y la invitó a subir.

¿Ascensor o escalera? .- Preguntó.

Lo miraba sorprendida, pues pensaba que él usaba el ascensor.

¡Como usted quiera! .- dijo.

Eligió las escaleras, las subieron conversando sobre el hecho de hacer un poco de ejercicio cada día para mantener el cuerpo sano y sana la mente.

Él sonreía todo el tiempo.

Estaba a punto de retomar vuelo pero esta vez lo haría acompañada de un excelente guía.

Como sucede más a menudo de lo que creemos el destino estaba jugando a sincronizar, porque como suele decirse: "Dios se vale del sincronismo para permanecer anónimo".

Hasta ese momento la vida de Victoria había transcurrido en un completo estado de dormida, lo que comúnmente se dice al no estar conscientes de los sucesos diarios que forman parte de nuestra corta existencia.

El encuentro fue relajado, café de por medio, comentaron lo aprendido hasta el momento; entendió que no había aprendido demasiado y faltaba un largo camino, tenía la confianza de estar dando el primer paso, de lo que sí sentí seguridad era de que no sabía nada.

Había llegado hasta ahí, ahora tenía que seguir. Hablaron de cosas de la vida, pactaron el próximo encuentro sin que ella se imaginará lo mucho que estaba por cambiar.

Salió con aire y energías renovadas, sin poder creer que la energía de otra persona pudiese afectar nuestro estado de ánimo; cómo se contagian las emociones sentía estar cargada de alegría y vitalidad.

Esperando el colectivo pensaba en lo increíble que era la vida, lo bueno que es fluir con los cambios sin poner resistencias.

Subió, se sentó, abrió su diario y comenzó a escribir.

Día 1:¡Nueva vida!.

Acabo de descubrir que los aprendizajes son más lentos si los realizamos sin un guía, es como salir de excursión por un sitio que no conocemos, tratando de tomar algún atajo, nos desviamos de la ruta, andamos perdidos, nos lleva mucho tiempo volver.

Tomar atajos y poder disfrutar del recorrido porque quién nos guía conoce la meta.

Siento mil sensaciones que me embargan en este momento, alegría, miedos, dudas y fe en que la vida te compensa.

Que el alejamiento o la pérdida de algunas personas por el camino forman parte del crecimiento de cada uno, que no está mal que no nos entiendan y cuestionen cosas como el querer seguir estudiando o aprendiendo porque creen que saben todo.

He descubierto que los que a veces dicen llamarse amigos, no son más que personas de compañía por poco tiempo, de los que terminamos aprendiendo lo que no queremos hacer a los demás.

Las experiencias de alejarse duelen, nos afectan aunque lo disimulemos, pero el resultado es poder entender que no somos todos iguales ni pensamos de la misma manera.

Varias personas de mi entorno quisieron convencerme de que no tenía sentido empezar a estudiar de nuevo a mi edad, que suerte que los escuche... y no hice caso, hubiese perdido una importante oportunidad no solo de estudiar sino de crecer.

Comprendí que no siempre les gusta que cambiemos, que hagamos les genera sentir o ver que ellos están en su zona de comodidad sin querer moverse.

Tratan de convencernos que es mejor estar quietos que ponernos en movimiento.

Por eso a partir de hoy decido a pesar del resto, exteriorizar mi alegría, le moleste a quién le moleste, a los miedos los tengo que identificar, a la fe incrementar para que se transforme en "mi fe".

Recibí una cuota extra de energía para comenzar el ascenso a la cima de mi primera montaña.

Entendí que el ego no es buen consejero, nos hace creer que sabemos más de lo que realmente somos y nos empuja a pensar que solos podemos solucionar los problemas, no es así, somos una gran telaraña, estamos interconectados.

Todos relacionados entre sí, aunque no todas las relaciones traen beneficios, seguridad, autoestima y paciencia, superamos las pruebas en ocasiones y en otras las cargamos hasta que las liberamos con el perdón.

Todas las personas o situaciones a las que no soltamos al perdonar volverán a presentarse en mayor cantidad e intensidad. Aprendí que perdonamos y soltamos para no volver a repetir.

Vuelvo a casa con energía renovada, con el sentimiento que la vida es causa-efecto y que este encuentro fue el efecto de muchas buenas causas, de esta y de otras vidas.

Llegó y estuvo mucho tiempo contando lo magnífica que le había parecido la experiencia, la familia la miraba sin entender demasiado pero contentos por el entusiasmo y la deslumbrante energía que transmitía.

Volvió al ritmo de todos los días, disfrutando las situaciones con motivación y más energía, se había descargado de muchas formas, sentía que se abrían nuevos caminos.

El tiempo pasaba rápido, tenía muchas actividades, para cuando se dió cuenta había llegado de nuevo el momento de reencontrarse con Héctor, su maestro, quien también estaba esperando verse porque tenía mucho para legarle, no solo conocimientos, también experiencias de vida.

Era un señor de 80 años, en el interior sabía que la vida no se extendería mucho más, necesitaba transmitir todo a alguien que lo pudiese dar a conocer a muchas más personas.

Había vivido todo tipo de experiencias, conocido a infinidad de personas, realizado muchas actividades, se dedicaba a instruir, seguía aprendiendo.

Hola Victoria, ¿Cómo ha estado tu semana? .- Preguntó.

Muy bien, con mucha ansiedad,- Contestó.

Siempre es bueno un poco de ansiedad, en justa medida representa tu interés por querer aprender y cambiar. Desmedidamente la ansiedad es un estado que produce bloqueos o retrasos en todo lo que nos proponemos.- La miraba como estudiándola.

Qué importante saberlo. ¿Cómo se controla? .- Dijo.

Existen infinidad de métodos para gestionar la ansiedad, algunas personas salen a correr, caminar, hacen alguna actividad física, otros cantan, leen, escriben, respiran o meditan con diferentes técnicas.- La invitó a tomar asiento.

¡Interesante!. ¿Puede explicar más? .- Pensó, esto es solo el comienzo y se acomodó en la silla.

¿Ansiedad? lo leemos en el próximo capítulo, ya agradeciendo a todos los que leen e interactúan y esperando (ansiosa jaja) saber qué les parece lo que han leído, obvio se aceptan críticas constructivas.

Despertando: Encuentra tu propia luz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora