CAPÍTULO 25. Expansión.

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Habían pasado varias semanas desde ese día de caos, ella postergó todas las sesiones, no se sentía con fuerzas de acompañar a los clientes. Se tomó tiempo para hacer el duelo, estar triste, llorar y renacer; estaba lista para retomar la vida, a partir de hoy con más fuerzas.

No iba a conducir hasta el consultorio, iría de a pie, ahora disfrutaba de algo más que de correr, caminaría para no dejar la vida se le pasará sin ser realmente observada, comprendió que la clave estaba en disfrutar el aire y el sol de cada mañana.

Camino por la plaza y observó que los árboles tenían un reflejo como destellos alrededor, cerró los ojos, pestañeó varias veces para ver si se iba pero no, ahí seguían estando.

Entre sorprendida y confundida se preguntó: ¿Qué está pasando, porque veía colores en las plantas?.

Casi al llegar al consultorio pasó por la vidriera de una librería y vio un título que llamó su atención: "La energía se ve con los ojos del corazón".

Guau, pensó para los adentros, esto es nuevo y aquí la explicación. Abrió la puerta, entró y saludó cortésmente al vendedor, como el libro sin dudarlo, no podía dejar pasar la señal.

Resonó en su interior la frase: "Tendrás un nuevo despertar"... Así lo sintió, todo se veía diferente, más luminoso y claro, como si un mundo nuevo se mostrará.

Con el libro debajo del brazo llegó al consultorio y se preparó para empezar una nueva etapa.

A cada instante sintió como el cuerpo se expandía, como sí fuese un inmenso campo de luz y energía, todo era más brillante, tenía la inexplicable sensación de que podía "ver" a través de las personas. De que podía sentir las emociones, leer los pensamientos, todo era tan nuevo y distinto que se sorprendía, veía más allá, sentía y pensaba más allá.

Su nuevo despertar era como un regalo, un maravilloso regalo que la ayudaría a acompañar a otros seres que empezaban el despertar, juntos.

Experimentó la necesidad de tomar un libro de la repisa y lo abrió como siempre para obtener un mensaje: el libre se llamaba "Dios me habló" y la página decía: "En la quietud encontrarás la Verdad".

Sentada en el sillón, pensó y dio vueltas en pensamientos a la frase, estos últimos días había estado corriendo y no se había detenido a escuchar la Verdad que se le había revelado en ese instante.

La Verdad se recibía en pensamientos que aparecían como una película, le mostraron que el mundo está formado de seres que están en un estado de dormidos, otros que para pedir amor cometen actos de injusticia a otros los envuelve la oscuridad y la expanden hacia los demás sobre todo en ondas de pensamiento.

En el viaje por la vida muchas veces se preguntó ¿Por qué?. Ahora la Verdad le era revelada y entendió que los porque tienen muchas respuestas y la pregunta correcta es ¿Para qué?.

Si podía encontrar el "para qué" obtendría respuestas a infinidad de preguntas que rondaban de continuo en la mente, no se cansaba de procesar la información, tanto pensar al final sintió que este despertar formaría parte de un importante proceso que recién comenzaba.

Sonó el timbre devolviéndola a la "Realidad", se levantó del sillón y con paso lento fue hacia la puerta de entrada, el cliente había llegado, lo recibió con una gran sonrisa.

Una nueva persona entraba en la vida profesional, la recibió cálidamente para que la empatía formara parte de la sesión, ponerse en el lugar del otro en ocasiones había facilitado poder entender que todos estamos relacionados y formamos parte de un Todo, Todos somos Uno.

La consulta tenía como tema central a las emociones, una parte importante de todos y cada uno de los seres humanos.

Hola Elena, ¿Cómo estás?.- saludó.

Hola Vicky, no voy a decir que todo bien porque no vendría a verte, contenta de haber encontrado la posibilidad de expresar todas mis emociones en un espacio seguro y que a través de tus interpretaciones y guía corregir mis errores para cambiar radical y definitivamente mi vida.- Respondió entre nerviosa e inquieta.

Su mayor dificultad era que no podía hacer que su cuerpo se quedase quieto, se movía continuamente, lo que el ir a la consulta le había resultado un esfuerzo porque su primer miedo fue pensar como haría para estar quieta una hora.

Elena es una mujer de unos treinta y tantos años, de contextura pequeña y prolijamente arreglada, el cabello le cae en ondas castañas que le dan un aspecto juvenil y fresco, llegó por recomendación de una amiga de su madre, quién desde hace tiempo conoce a Vicky.

La primera impresión fue la de encontrar en Elena un aire conocido y familiar, descubrirían con el tiempo que tenían experiencias de vida distintas pero muchos puntos en común, la relación crecería y se transformarían con el tiempo en grandes amigas.

Comencemos por el principio, ¿Me cuentas?.- dijo interesada.

Soy una persona a la que le cuesta muchísimo expresar las emociones y sentimientos, esto me lleva a padecer físicamente dolencias y malestares que hacen que todo en mi vida parezca difícil y complicado.- Así comenzó la charla.

Despertando: Encuentra tu propia luz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora