CAPÍTULO 24. Alas.

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Las palabras no le salían porque de los ojos las lágrimas no paraban de brotar, el alma se le quebró en mil pedazos, estaba experimentando el dolor del que tanto hablaba con sus clientes pero nunca había sentido.

No lo podía procesar, el cielo le estaba cayendo encima, su llanto despertó a los niños que dormían.

La miraron con cara de no entender porque ella rara vez lloraba y sobre todo de esa manera. Cuando logró calmarse les contó lo que había pasado y les explicó que llorar no está mal cuando uno se siente triste o siente dolor, por primera vez en mucho tiempo estaba triste y le dolía el alma.

Nico le había hablado de eso, ahora le tocó experimentarlo.

Todas las explicaciones que se podrían necesitar no existían, estaba desconsolada y sintió que durante mucho tiempo caminó acompañada y ahora se encontraba sola.

Habían sido muchos años de charlas, aprendizajes, retos y sentir que todo lo podía si él estaba a su lado, si la llevaba de la mano.

Se sentó sola a observar el cielo, sabiendo perfectamente que él estaba más cerca pero sin poder dejar de preguntar: ¿Qué hará ahora?.

Pensó en eso cuando apareció la imagen de Héctor diciendo semanas atrás:

Vicky llegamos a un punto en el que estás preparada para caminar sola, vine a legar mi conocimiento, dar una formación pero tú ya eres maestra, ¿Lo sabes no?.- esto había sido unos días atrás.

No prestó la atención debida a los comentarios, se dio cuenta de que estaba despidiéndose de ella indirectamente. Entendió cuando dicen que las almas saben cuando están por abandonar el cuerpo físico, porque hacen y dicen cosas que normalmente no harían.

Se preguntó porque no había usado las habilidades para ser consciente de la despedida, no había intuido que esto podría pasar, fue cuando se preguntó ¿Si lo intuí y no quise ver?, realmente lo sabía pero no quería escuchar.

No era la primera vez que le pasaba esto de presentir cuando alguien está por dejar el cuerpo, le costó mucho asimilar esto.

El cielo parecía demasiado grande para encerrar tanto dolor, no quería pensar solo quería hacerle llegar su agradecimiento. Por todo y por tanto, habían sido años de crecimiento, de buenos y no tan buenos momentos, años de sentir que era escuchada en temas que nadie más podía entender aunque quisieran.

Rezó por él y pidió al alma que la acompañará un tiempo más, hasta que logrará encontrar a alguien más.

No era ni iba a ser reemplazable jamás pero necesitaba convencerse que no iba a seguir sola de aquí en adelante.

Por las mañanas se tomó un tiempo y meditó, armó un rincón de encuentro, le gustaba llamarlo así.

Se sentó, relajó no solo el cuerpo sino también la mente, prendió un incienso y el humo lo transportó a lugares muy lejanos, a tiempos inmemorables.

Una de esas mañanas sintió que había alguien sentado en frente, tenía los ojos cerrados, percibió que no debía abrirlos, había pedido este momento y sintió que no estaba preparada.

La sensación de que alguien rozó su mano, la que tenía en forma de mudra sobre la pierna, al instante la invadió una inmensa paz y el alma se fue llenando de emoción, comenzó a llorar de alivio, la sensación de estar acompañada por quién tanto le había dado.

Distendió el rostro, liberó la mente para poder comunicarse, lo había estado esperando, era el momento.

Acá estoy, sabes quién soy y porque vine. En un tiempo voy a pasar a otro estado y para tu tranquilidad voy a seguir estando a tu lado.

No vas a verme con los ojos solo podrás verme con los ojos del corazón, en un tiempo seré tu guía espiritual, un ser incorpóreo.

No voy a estar ausente, no voy a borrar tus recuerdos, esos permanecerán por siempre, pero los vivirás sin angustia. Te llenarán de alegría porque serán recuerdos de los buenos momentos compartidos.

No voy a borrar nuestra historia, solo se modificará y empezaremos a vivir a otro nivel que ahora no entenderás, si lo harás en un tiempo, cuando tengas otro despertar.

Cuando estuve en mi envase te hable de caminar sola, no me escuchaste. Te preguntas a diario quién te va a ayudar, guiar y orientar ahora. Cuando sea el momento adecuado te vas a dar cuenta quién va a ser tu nueva compañía.

Tranquila, voy a estar siempre cerca, protegiéndote. Una vez te dije que veníamos de muchas vidas y lo repito, seguiremos estando juntos siempre.- Le dio el mensaje que estaba necesitando.

Respiró profundo, al abrir los ojos, sintió una intensa luz, el aroma familiar perfumó la casa, con seguridad él había estado allí, la lleno de paz, ahora podría guiar por experiencia, está había sido única e inigualable y la recordaría por el resto de sus días.

Sabía que a partir de ese momento las alas para volar eran más grandes, no le tomaría la mano sino que acompañaría su vuelo, cada vez más alto, para llegar a la cima, viendo desde arriba lo maravilloso de la vida, el placer de sentir, amar y emocionarse.

Su alma había sanado y como le había dicho ahora bastaba con recordar buenos momentos cada vez que lo extrañaba, había curado las heridas más hondas, el alma estaba lista para continuar el viaje.

Despertando: Encuentra tu propia luz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora