Aquella noche, era más fría que las demás, las estrellas se notaban de más, mis pies descalzos caminando encima de la húmeda tierra, el bosque me recibió con su tranquilidad, como siempre, lo amaba, amaba el bosque.
Camine lentamente por el oscuro lugar, me pareció ser el único ser viviente allí por unos instantes hasta que escuche el canto de un ave.
Pero ahora me pregunte, ¿En serio estoy vivo? ¿O solo soy una alucinación? ¿Existo o solo soy un fantasma?
Sentí esa clásica sensación de que mis entrañas eran devoradas por gusanos y unas increíbles ganas de tomar el cuchillo que traía entre mis manos y rasgarme el abdomen para sacarlos todos me llenaron por completo, pero estaba cansado.
Me deje caer en el suelo, golpeandome fuertemente contra este, mire el cielo estrellado.
Mañana teníamos nuestra presentación, yo andaba mi ropa de escenario, para actuar.
Me senté y quite mi chaqueta seguido de mi camisa, mire mi torso por unos segundos, era muy pálido, casi tan pálido como la nieve, mis brazos con cicatrices grandes y moradas, lo ignore, quite mis pantalones después, quedando solo en ropa interior, rompí un poco más mis pantalones y ahí en la profundidad del bosque, enterré mi ropa.
Seguí caminando lentamente hasta llegar al lago, en el cual me metí, el agua estaba helada y lo sabía, pero por alguna extraña razón, yo no lograba sentir como su frío congelaba mis extremidades, flote en el agua.
No pensaba, no sentía, solo sabía que quería una cosa.
Morirme.
Deseaba hacerlo desde los diez malditos años, sin embargo fingi tan bien estos últimos nueve años que simplemente olvide lo que era el sentir.
Olvide quién era.
Traía mi cuchillo mojado en mis manos, y el sabor de un poco de agua salada que había entrado a mi boca sin querer, me hizo saber que en dónde flotaba, el agua era salada.
Tal vez así sentiría algo.
Tome el cuchillo con fuerza y me corté un par de veces, algo hondo, y después metí mi brazo al agua, una vez más, no sentí nada.
Bufé, aquel extraño vacío que tenía en mi pecho, se hizo solo un poco más grande y con el, mis ganas de morir también.
...
La mañana no podía estar más hermosa, abrí la ventana de mi cuarto mirando el bosque, respiro hondo el aire frío, mi cabello negro se movió por el poco viento que había aquella mañana.
Me bañe y aliste para irme a trabajar, hoy me tocaba el turno de 12 horas que a veces eran 15.
Cuando llegué al trabajo, empecé a atender personas, hasta que ví como cuatro chicos ingresaban al restaurante, está vez con un chico rubio.
Este llamo mi atención de inmediato y es que aquellos ojos los había visto alguna vez, no se cuándo, no sé dónde, pero los reconocía perfectamente.
Euronymous me saludo, yo igual, y empecé a pedir las órdenes.
—¿Y tú? ¿Que quieres, Dead?
—Umm... Una cerveza. —Dijo suavemente y me miro.
—Una cerveza. —Repetí y lo apunte— ¿Algo más? —Lo mire con atención, su rostro me parecía conocido, muy conocido, no pude evitar preguntar— ¿Eres sueco?
Este me miró confundido, pero no respondió, en cambio Euronymous respondió por el.
—Lo es, lleva unos días viviendo con nosotros, es el cantante de nuestra banda.
Alce las cejas curiosa, lo mire nuevamente.
—¿Te suenan los nombres Anna y Anders? —Insistió ella mirándolo, este la miro con más confusion, pero está vez, pero su mirada se torno de inmediato a una de alerta.
—¿Que sabes de ellos?
—¿Eres Per? ¿Per Yngve Ohlin? —Dije insistente recibiendo una mirada confundida de los presentes.
—¿Tu quien eres? —Dijo algo violento.
—¡Soy Astrid! Por Dios, éramos mejores amigos desde que teníamos memoria hasta los diez años. —Chille con esperanza.
Su rostro paso de ser de alerta a confusión, después apareció una pequeña sonrisa en su rostro.
Dead había sentido después de mucho tiempo, aquel calorcito que no sentía desde los diez años.
—¡Astrid Bergström! —Dijo levantándose, obligatoriamente tuve que alzar la cabeza para mirarlo.
—¡Esa soy yo! ¡No puede ser, Pelle! —Chille emocionada y sin evitarlo lo abrace con fuerza, el me abrazo de vuelta— Oh, te extrañe tanto. ¡Tanto! Tengo una foto arrugada tuya y mía en mi cartera, no la he sacado de allí desde que me la regalaron a los trece años.
Dead sonrió levemente.
—Yo también tengo una foto de nosotros.
La chica se aparto y lo miro curiosa.
—Has crecido tanto... Tienes el cabello tan largo, se te ve bien. ¡Radiante! —Dijo emocionada sonriendo.
—Oh si, gracias. —Dijo levemente sonrojado.
Euronymous lo miro confundido, en todo ese tiempo, no lo había visto sonreir ni hablar tanto con alguien como con la camarera que tenia en frente, se veía distinto.
—Tenemos que vernos algún día, ¿Cuando tienes libre? —Pregunto Astrid sonriendo levemente, Dead pareció pensarlo.
—Bueno... Está noche haremos un concierto en un bar, si gustas puedes venir, de paso podemos ir a caminar y ponernos al día. —Dijo suavemente, tímido, mirándola de vez en cuando.
—Suena excelente, Pelle... —Dijo contenta, sonriendo— Debo ir a trabajar, cuando venga a entregar el pedido me dejas la localización del bar o el nombre, ¿Si?
Dead asintió, la chica lo abrazo suavemente con rapidez y fue corriendo a la cocina, Euronymous lo miro
—Al parecer hoy la metes. —Se burló, Dead no dijo nada.
ESTÁS LEYENDO
Behind a twisted mind. [Dead/Per Yngve Ohlin]
FanfictionSoy nueva en esta mierda, así que cuando termine esto, posiblemente lo borre. Me he inspirado gracias a la insistencia de mi amiga Laura (la cual quiero mucho) que ha dicho "Hay tan pocas historias de Dead en Wattpad." y mierda, tiene razón, ¿que me...