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Me encontraba tomando una siesta apoyada en el hombro de Euronymous, hasta que el doctor llegó, el me despertó.

—Ya pueden entrar a ver a Per.

Con eso, el doctor se fue, Astrid miro a Euronymous y este hablo.
—Ve tu, tu eres la novia.

Ella sonrió suavemente, se despidió de el y fue a la habitación.

Al entrar, lo vio acostado, durmiendo, ella se sentó en la silla al lado de el y lo miro fijamente, tomo su mano cuidadosamente.

Astrid se quedó al menos unas dos horas mirando en silencio a Dead, pensando en todo y a la vez en nada.

Al ver que este empezó a despertar, ella se levantó de la silla y bajo la barra que dividía a Dead de ella.

—¿Cariño? —Pregunto suavemente ella mirándolo fijamente.

...

Respire hondo llenando mis pulmones de aire, veía todo borroso y el sonido de la máquina tomando mi pulso sonaba de fondo, y entonces escuché su voz.

Mi vista se enfoco, la mire fijamente, cansado, tenía sueño aún.

—Astrid... Mi amor...

Vi como ella sonrió sollozando, ella me abrazó suavemente sollozando suavemente, respire hondo su dulce aroma.

—Astrid... Hueles tan bien. —Dije suavemente, con cansancio.

Escuché su leve risa, se separó suavemente del abrazo mirándome fijamente, con lágrimas en los ojos.

—Te amo, Dead. Te amo mucho.

—Yo también te amo mucho, amor.

Ella se acercó a mi para besarme sin embargo yo hice mi rostro a un lado.

—No me he lavado los dientes... —Dije suavemente, ella tomo mi rostro suavemente.

—Me importa un carajo. —Dijo de vuelta y me beso suavemente.

Yo le seguí el beso lentamente y al separarnos, ella me miró sonriente.

—Tuve tanto miedo estos tres días... Pensé que te irías para siempre.

—Te amo tan inmensamente. Perdóname, amor. Perdóname por esto...

Ahora yo había empezado a llorar, ella negó suavemente limpiando mis lágrimas.

—Desde que te ví en ese estado estás perdonado, mi amor... Te amo.

Ella me beso nuevamente, y yo me refugie en sus brazos.

—Quiero cambiar... Ya no quiero estar así... Quiero ser alguien nuevo contigo, irnos juntos muy lejos, tu y yo, solos...

Ella me beso nuevamente, yo me refugie aún más en ella.

—Todo eso pasara, mi amor. Te lo prometo.

Yo la mire fijamente, y después mire mis brazos, cocidos.

Ella acarició mi mejilla y yo cerré los ojos suavemente, en eso entró el doctor.

—¿Ya despertó?

Yo abrí mis ojos suavemente, ella asintió levemente.

—Si, doctor. Ya despertó.

Este se acercó, le hizo una revisión y al terminar, asintió suavemente.

—Per, mira... No sé cómo decirte esto, pero el hecho de que estés aquí por un intento de suicidio dice mucho de tu estado mental... Vamos a internarte en un hospital psiquiátrico por un mes, o el tiempo que sea requerido para asegurarnos que estés bien. Ya después de eso, podrás volver a tu vida normal.

Behind a twisted mind. [Dead/Per Yngve Ohlin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora