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—Es una fiesta... —Dijo Dead mientras caminaba a mi lado.

Yo llevaba el carrito del supermercado con algunas cosas, las necesarias, lo mire mientras arqueaba la ceja.

—¿Te gustan las fiestas?

El se miro nervioso, rasco su nuca.

—Bueno, no lo sé... Supongo son bastante cool, creo.

—¿Has estado en una alguna vez?

—Mmm... No.

—Bueno... Creo que podría ir contigo, si.

El me miró agradecido, asintió y miro una camisa que estaba en una pequeña sección donde vendian camisas, era totalmente negra y en blanco el nombre de una banda que no supe leer.

—¿Te gusta? —Le pregunté, el asintió con pena— Ve por ella, yo te la compró.

Me miro con sorpresa, negó rápidamente.

—¿Qué? No, es tu dinero. No quiero que gastes en mi.

—Dead, son 200 coronas, no es mucho. —Dijo y le sonrió levemente, el me miró con pena y asintió, camino hasta la camisa, escogió su talla y la trajo hacia mi, me miró muy agradecido.

—No sé cómo pagarte.

—Cuando lleguemos a casa, ayúdame a guardar toda la comida, esa es mi paga. —Le sonrió levemente, el también lo hizo.

...

—Quedate quieta...

—Esta frío, Dead.

—Lo sé, pero ahorita pasará, cuando seque. —Dijo mientras aplicaba la pintura blanca en mi rostro, lo mire con atención, el solo pintaba ni rostro, sin expresión alguna.— No alces las cejas, o arruinaras el maquillaje.

—Lo siento. —Dije y ahora paso a pintarme con la negra, cerré los ojos por su indicación.

—Ya casi termino...

—Ujum...

Se apartó de mi unos segundos después, guardo el maquillaje.

—Abre los ojos.

Los abrí y de inmediato lo mire, asintió suavemente, me ayudó a levantarme de la silla y me mire en el espejo.

—Wow... Tienes una buena mano para esto. —Dije, el me sonrió levemente mirándome.

—Creo que ya podemos salir. —Dijo y tomo mi mano, salimos de su habitación y me encaminó hacia afuera, dónde estaba la fiesta.

Euronymous de inmediato se acercó a él.

—Hay que tomarnos unas fotos... —Dijo y me miro— ¿Y ella?

—Es Astrid. —Respondió cortante Dead.

—La camarera...

Asentí suavemente, el me sonrió coqueto.

—Te ves sexy.

—Oh... Supongo que gracias.

No se fueron muy lejos, se tomaron algunas fotos, yo estaba distraída viendo el bosque de en frente.

Era el bosque del que tanto me hablaba Dead.

Conforme paso la fiesta, Dead y yo bebimos, estaba bebiendo mientras Dead se levantaba, tomo una cierra y bromeó con cortar a los otros, yo lo mire, estaba cansada.

Quería dormir.

Cuando paro, me miró, yo bostece, camino hacía mi.

—¿Tienes sueño?

Behind a twisted mind. [Dead/Per Yngve Ohlin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora