21: Sed... pero de ti

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—Bueno... Eh, si tú también quieres, no creo que haya problema —por un momento no supo hacia dónde mirar. Sus ojos solo se querían posar en Yeobeen—. Si quieres terminar con esto porque ya lograste tu objetivo, lo voy a entender también. Pero personalmente... me gustaría repetir.

Y cómo no, si de esa forma podía seguir cerca de ella. Tal vez no empezaría teniendo su corazón o algo similar, pero si por lo menos lograba exclusividad sexual, sentía que podía ser un logro para decir que Yeobeen tenía algo de interés en él.

—Bien, me parece que sigamos con esto. Eso sí, lo estuve pensando y debe terminar si es que encuentras a esa persona especial. No me gustaría que existan malentendidos, hay que mantener esto simple, ¿si?

—Claro, te lo haré saber —puso su mano sobre la Yeobeen por instinto—. Tú también me debes decir si cambias de opinión y buscas una relación más allá de lo físico. Cómo lo vamos a mantener simple, no creo que sea bueno que luego busques algo más donde se supone que no lo habrá.

Esperó no haber hablado de más, tan solo quería seguir la línea de las palabras de Yeobeen. Por muy tonto que fuera, quería darle la razón en lo que fuera si eso lograba hacer que fuera más de su agrado. Y definitivamente los consejos de mostrarse desinteresado se fueron a la mierda por su actuar más pasivo.

—No sé si te gustaría agregar algo más a esta clase de acuerdo.

—Exclusividad. Por mucho que sea algo simple, no quiero que nadie más te toque mientras yo lo hago —¿Acaso estaba siendo muy egoísta con eso? ¿Sonaba demasiado posesivo? Quiso pensar que no. Tal vez no fueran algo más que compañeros sexuales, pero meter a alguien más en la ecuación definitivamente complicaba las cosas.

Quería ser el único que pudiera acariciar a Yeobeen, el único que pudiera escucharla, el único que pudiera ver las expresiones que hacía en la intimidad. Incluso su corazón latió más fuerte solo por pensar en ello. No estaba enamorado de ella, claro que no, pero definitivamente estaba comenzando a tener sentimientos más allá de lo amistoso.

Cuando veía a Yeobeen solo podía ver a una chica guapa y divertida que quería seguir teniendo cerca de él. No la conocía hace mucho, pero no sé imaginaba un futuro cercano en dónde no estuviera.

—Bien, me parece. Tampoco me agrada la idea de imaginar que alguien te toca. Mientras esto se mantenga, quiero ser la única que pueda tener esos privilegios.

Su química física era fuerte, Yeobeen estaba agradecida de haber reflexionado y que Jungkook hubiera estado interesado en repetir. Quería probarlo otras vez, o más bien las veces que fueran necesarias. No podía dejarlo ir tan fácil.

Y aunque no quería pensar en lo que había hablado con su amiga, al menos estaba segura de que Jungkook le interesaba lo suficiente como para no querer perder el contacto con él sin importar que ya habían logrado tener sexo.

—Vaya, no sé cómo lo hiciste, pero eso se escuchó muy caliente.

—¿Yo? Tú eres el que puso voz profunda para calentar a cualquiera —Se puso de pie y estiró su mano para tomar el vaso de Jungkook—. Mejor voy a dejar los vasos, si me quedo dos segundos más aquí, no me voy a aguantar y saltaré sobre ti.

—Por mí no hay problema —en su rostro había una sonrisa coqueta que estaba hechizando a Yeobeen de una forma increíble.

Jungkook tenía un encanto especial, un tipo de encanto que envolvía a cualquiera.

En los planes de Yeobeen no había estado el tener a Jungkook en su cama, pero mientras más lo veía, más su corazón comenzaba a latir rápido esperando que algo más sucediera. La forma en que sus músculos se marcaban a pesar de su ropa holgada, como su mirada la seguía por la habitación, su suave pelo que desordenado lo hacía ver más atractivo. Jungkook era peligroso mientras más atención se le ponía y Yeobeen no había apartado la mirada, por lo que no fue una total sorpresa cuando Jungkook se puso de pie para caminar hacia ella.

❥ One Night ⁀⋱‿ ♡▕Jυɲʛƙơơƙ▏+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora