❥ One Night ⁀⋱‿ ♡▕Jυɲʛƙơơƙ▏+18

Especial 1: Propuesta de amor

Jungkook estaba nervioso. No, más bien muy nervioso. Demasiado. Tanto que sentía que era la persona más nerviosa en todo el planeta, pero respiró profundo intentando guardar la calma. Había planeado por semanas su propuesta. Nada podía fallar, y mucho menos debido a su nerviosismo. Estaba seguro de que incluso se había librado de su mala suerte, todo con tal de que Yeobeen fuera la mujer más feliz del mundo debido a él.

Ya llevaban cuatro años juntos y pensó que era el tiempo suficiente para dar otro paso en su relación.

Yeobeen había sido la que le había pedido ser novios, era su turno de ponerse de rodillas frente a ella para pedirle que fuera su esposa.

Releyó el papel que había guardado con mucho cuidado entre algunos libros que tenían en un pequeño mueble. Llevaban cerca de un año viviendo por su cuenta en un departamento en el que compartían los gastos. Ambos habían conseguido buenos trabajos tras egresar de la universidad. No vivían entre lujos, pero no tenían ninguna queja al respecto. Tenían todo lo que necesitaban en ese momento y hasta algunos ahorros por si las cosas se ponían difíciles.

Eso lo llevó a mirar por el lugar en busca de Gato. ¿Dónde estaba cuando necesitaba apoyo para no dejarse intimidar por la situación?

Había visto miles de videos y otras miles de películas románticas para pensar en cuál era mejor la mejor opción, pero al final ninguna idea lo había convencido. Ya habían ido a una cena romántica en la playa cuando cumplieron dos años y a un restaurante precioso cuando habían cumplido tres años. Ir de viaje a otro país ya se salía de su presupuesto y aprender a busear costaba mucho tiempo. Esconder el anillo en algún platillo tampoco le había parecido correcto, ¿Y si Yeobeen se ahogaba o se lo tragaba y terminaban en urgencias? Muchos globos no había sonado mal... Pero quería algo más especial... Algo que solo fuera de ellos.

En algún punto de su desesperación, incluso había pensado en pedirle matrimonio luego de darle un buen orgasmo, ¿pero cómo le podría resto que esa había sido su gran idea? Definitivamente esa idea quedó descartada cuando pensó en ello.

Escuchó la puerta principal siendo abierta y corrió a tomar asiento en la mesa, escondiendo la pequeña hoja en uno de su bolsillos.

—Ya estoy en casa y veo que me ganaste, Kook.

—Sí —una risa nerviosa de le escapó. Se puso de pie y fue hasta ella y para darle un beso de bienvenida, esperando que no se hubiera dado cuenta de su nerviosismo—. Estaba comiendo algo de manzana para que me dé apetito antes de cenar, ¿quieres un poco?

—Claro, aunque no creo que estén tan ricos como tus labios, pero me conformo.

—Pienso lo mismo. Pero ya sabes, hay que mantener una vida saludable y por la noche podremos hacer ejercicio como tanto te gusta.

Una sonrisa coqueta por parte de Yeobeen fue su respuesta. Ambos sabían que no había nada mejor que el ejercicio que hacían juntos, pero era muy temprano para estar pensando en ello, aunque con suerte la sugerencia había llamado la atención de Yeobeen para que no sospechara en lo que su novio estaba a punto de hacer.

—¿Tomaste alguna ducha? El lugar está pasado a jabón.

—Oh, no. Estuve haciendo limpieza, aprovechando que nos dejaron salir un poco antes... Sé que era tu turno, pero quería darte una pequeño sorpresa.

Yeobeen le sonrió con ternura.

Bien, Jungkook estaba seguro de que había logrado por completo persuadirla, así que tomaron asiento y se pusieron a comer los trozos de manzana que había cortado con cuidado. Hablaron más a profundidad sobre su día y todo lo que les había sucedió en el trabajo. Yeobeen había salido a almorzar con sus compañeros a un lindo restaurante y sugirió ir cuando ambos tuvieran un poco más de tiempo libre. Jungkook lo anotó en su lista mental. En su cabeza tenía todo un sector dedicado exclusivamente a su novia.