Jeff Satur es un lindo niño que a sus diez años sufre un fatal accidente que lo deja huérfano y sin visión.
Criado junto a su abuelos y tras su cuerpo rechazar en dos ocasiones unos implantes oculares, lucha por superarse y conseguir sus ansiados su...
He decidido adaptar esta historia al JeffBarcode, aunque haré un cambio ya que en esta ocasión el seme será Barcode, al igual que en la historia "Placer en las venas", la cual gustó bastante
Espero os guste
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Jeff era un niño feliz como cualquier otro a sus diez años, jugaba a videojuegos, se divertía en la calle con sus amigos, iba al colegio y amaba a sus padres.
Sin embargo un mal día, el destino le arrebató todo eso de un plumazo y este se quedó huérfano, ciego y sin ningún amigo, ya que tuvo que irse de su pueblo natal.
Debido a un desgraciado accidente de tráfico, la vida de sus padres fue segada, al igual que se apagó la luz de sus ojos, sumiéndole así en una profunda, desoladora e infinita oscuridad.
Sus abuelos maternos se hacen cargo de él pues es la única familia que le queda en el mundo, por lo que este se va ha vivir con ellos a su casa en Bangkok.
Debido a su nueva situación, Jeff ingresa en una escuela especial para invidentes, en la que a pesar de un difícil comienzo, consigue finalmente graduarse con honores.
Cuando cumple los trece años, un donante aparece y este se somete a una esperanzadora operación pero a pesar de que todo pareció ir bien, su cuerpo terminó rechazando los implantes.
Nuevamente a los diecisiete, una oportunidad apareció pero también resultó ser un fracaso, por lo que este perdió prácticamente toda esperanza de volver a ver algún día.
A pesar de ello no decayó y siguió estudiando duro, aprovechando todo lo que tenía a su alcance pues además de volver a ver algún día, este tenía otro sueño y ese era el estudiar Psicología en una Universidad pública.
Gracias a su empeño, a su gran inteligencia y a un innovador programa de becas para jóvenes especiales, se presenta al examen de acceso y lo logra.
La beca incluye el alojamiento en un condominio próximo al campus, donde los estudiantes de la Facultad de Trabajo Social serán además de sus compañeros, sus guías.
Dejar a sus abuelos será doloroso pero debe seguir ese camino si quiere lograr su propósito de ser psicológico y ayudar a los demás y mientras tanto esperará nueva oportunidad de que al fin, la luz vuelva a sus ojos algún día.
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