Jeff Satur es un lindo niño que a sus diez años sufre un fatal accidente que lo deja huérfano y sin visión.
Criado junto a su abuelos y tras su cuerpo rechazar en dos ocasiones unos implantes oculares, lucha por superarse y conseguir sus ansiados su...
Luego de irse a casa bastante preocupado por lo sucedido, Barcode saludó a su padre y le contó lo que había hecho durante la semana, omitiendo el hecho de su atracción por Jeff por supuesto pues no quería preocuparle.
Tras una hora de camino y entrar en el hogar que siempre añoraba, este dio un beso a su madre y subió a su antigua habitación para cambiarse de ropa, a continuación salió y cogió el otro coche de la familia para dirigirse al centro donde su novio seguía interno.
Tenía muchos sentimientos encontrados y en su enmarañada mente, estaba muy presente Fluke pero también lo estaba "su chico valiente".
Un tiempo después llegó y antes de entrar al edificio, aún en el coche, este intentó no pensar más pues debía mantener la cabeza fría.
Temía que si su novio le notaba algo, este podría descompensarse y cometer otro atentado contra su vida, así que luego de soltar un profundo y desolador suspiro, salió del vehículo y caminó hasta el interior del centro, donde tras registrarse, lo pasaron al jardín.
Fluke estaba sentado bajo un árbol y al verlo este esbozó una sonrisa, aunque más que por la felicidad de tenerlo frente a él, fue por la añoranza de lo que un día habían sido.
...—Hola principito, ¿Me extrañaste?
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El chico giró la cabeza y al darse cuenta de que era él, dio un salto en el aire y se subió a su regazo.
—¡Code!, ¡Code!, ¿Has venido a verme?, ¡Te extrañé mucho!, ¡Mucho!, ¡Mucho!—chilló el más bajo efusivamente.
—Ya, ya...calmate principito. Anda ven sentémonos aquí—dijo el mayor señalando uno de los bancos.
—¿Has traído tu móvil?
—¿Mi móvil?, si claro. ¿Por qué?
—Dámelo
El moreno lo sacó del bolsillo y se lo entregó, entonces comenzó a inspeccionarlo.
—Te he extrañado ¿sabes?—habló nuevamente el guía recostando su cabeza en la de su novio—...desearía tanto que pronto salieses y estuviésemos juntos
Fluke no dijo nada durante un buen rato, hasta que por fin dio por finalizada su inspección.
—Mi médico ha dicho que saldré en poco tiempo si sigo así...dice que estoy progresando mucho— habló con entusiasmo —….entonces estaremos juntos en la Universidad, estaremos en la misma habitación, iremos juntos a clases...todo será genial
Barcode entonces lo miró con preocupación.
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—Fluke...tú sabes qué eso no es posible ¿verdad?...cariño, tú no has terminado la secundaria
El más bajo lo miró con una amplia sonrisa, algo desconcertante.
—Si lo sé pero estudiaré mucho y haré el examen. Luego estaremos juntos por siempre
El moreno suspiró con pesar pero no quiso contradecirle.
-Así es, Principito
Luego de eso, Fluke habló y hablo queriendo saberlo todo sobre su semana, aunque el moreno evitó muchos detalles y tampoco menciono a Jeff.
La hora de visita terminó y luego de despedirse, este se dirigió a la oficina del psiquiatra del lugar pues deseaba saber los progresos de su novio.
—Buenos días Dr. Pranarat
—Oh buenos días. El señor Tannasit, ¿Verdad?
Este asintió.
—Pase, ¿Cómo va todo en la Universidad?
—Bien, bien
—Fluke no habla de otra cosa—comenzó diciendo el terapeuta—...el querer ir allá, es lo que lo hace levantarse cada día
Barcode asintió con tristeza.
—Me preocupa mucho, ahora mismo me ha hablado de eso y además me ha dicho que saldrá pronto
El especialista lo miró con confusión.
—No, eso no es posible...supongo que él cree eso pero por el momento es inviable. La mente de Fluke está bloqueada en un mismo punto
—¿Y cuál es ese punto, doctor?
—Tú...todo el mundo de Fluke gira al alrededor tuyo y no concibe el que no vayáis a estar juntos...para él sólo estás tú...
Mientras, al otro lado de la cuidad Jeff llegó a la casa de sus amados abuelos, los cuales tenían visita pues unos vecinos habían venido al saber que este regresaba.
Todos estaban muy felices de volver a verlo y este los abrazo y besó con devoción pues aunque le encantaba la Universidad, los había extrañado muchísimo.
Ese primer día junto a sus familias luego de estar separados fue muy emotivo para el invidente, sobre todo por su abuela, la cual no dejó de llorar y abrazarlo hasta que se fueron a dormir.
En la soledad de su antigua habitación, el recién llegado se sintió extraño pues se dio cuenta de que durante esos dos días del fin de semana, no escucharía ni las «buenas noches», ni los «buenos días» de su compañero y guía.
Así mismo, en su cama tendido, repasó mentalmente la conversación que había mantenido con el psiquiatra del centro psiquiátrico.
También recordó la sensación que había tenido al reencontrarse una vez más con Fluke y a continuación soltó un suspiro desolador pues como había sospechado, su amor por este estaba cambiando.
¿Lo quería?, sí, eso seguía siendo igual pero ya no de la misma forma.
Su amor se había transformado en cariño por alguien débil que le preocupaba...como un amigo o como un hermano.
