Oceánida. [James Potter]

Capitolul doi

La mañana siguiente Abir ya estaba en la cafetería en la que trabajaba, ella era de el turno de la mañana y era mesera.
Para lo que muchos era un trabajo pesado para ella era un paraíso, amaba el café y lo único que esperaba cada día era olerlo, el olor del café, del té era sin duda alguna lo más delicioso que pudiera existir.
También amaba su trabajo porqué así no se distraía, dejaba de pensar en su padre y en la otra familia, dejaba de preguntarse que era de su madre o qué fue, dé su mejor amiga y prácticamente todo.

Ese día para ella pasó demasiado rápido, más de lo que esperaba 10 minutos antes de su salida ella aprovechó para prepararse un café, sin embargo mientras disfrutaba aquella bebida a su mente llegó un recuerdo que fue el día más doloroso de su vida.

La pérdida de un padre y una madre.

Mayo 1978

Ella y su madre regresaban contentas a casa con un pastel en manos y un pequeño regalo pues era el cumpleaños de su padre, llegaron a casa y subieron a sus habitaciones en espera de qué llegará la hora en la que él regresara de su trabajo.
Su padre siempre llegaba a las 5:00 a su casa pero ya eran las 6:00 aun así ella y su madre estaban en la sala en espera de poder sorprenderlo hasta que dieron las 7:00 y comenzaron a preocuparse, Abir estaba ansiosa y preocupada, quería su padre y él no aparecía.

Su mamá había subido a su habitación para poder hacer una llamada su padre pero a los pocos minutos lo único que escucho fue el llanto de su madre.

-¿Mamá?-Asustada corrió a la habitación de ella y la encontró arrodillada en el suelo con una carta en su mano se acercó y se la arrebató .

"Jade, para cuando estés leyendo esta carta yo ya no estaré en Rumania, no puedo vivir más contigo... con ustedes.
Estos 17 años fui muy feliz y espero que yo también las haya hecho felices a ustedes sin embargo no puedo seguir con esta mentira, te mentí mucho tiempo, a ti y a nuestra hija.
Yo tengo otra familia, mi familia oficial y la primera. Cuando tú y yo nos conocimos yo estaba casado y para ese entonces yo ya tenía dos hijas y cuando te conocí intenté estar contigo amarte... pero no pude y me engañé durante muchos años pero ya no más.
No puedo seguir engañándote a ti y a nuestra hija y quiero que sepas que en estos momentos tal vez ya estaré con mi esposa y mis dos hijas y te pido, se feliz y educa a la hermosa hija que tuvimos juntos para que sea una excelente mujer.
Lo lamento por todo, por el engaño, por haberte ilusionado y por dejarlas a ambas, en el primer cajón deje dinero para que puedan seguir adelante.
Hasta nunca."

Benedict Evans

Abrir no podía creer lo que estaba escrito, al hombre que amo tanto, el que la crió con tanto cariño, su héroe y su padre las acababa de abandonar porque tenía otra familia, un esposa y dos hijas.
Sintió su pecho hundirse y dejó caer la carta al suelo en donde minutos antes su madre estaba, aun conmocionada camino en busca de su madre.