Capitolul unsprezece

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James Potter estaba frente a la casa de Abir, parado sin hacer nada

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James Potter estaba frente a la casa de Abir, parado sin hacer nada.
Realmente no sabía qué hacer, estaba tan nervioso que simplemente se quedó paralizado cerca de la entrada de la casa.
Nunca en su vida había sentido tanto nerviosismo como en ese instante, se arregló el cabello una vez más, se arregló el saco que tenía puesto, por qué fue obligado a usarlo después de qué Sirius reservará una mesa en un restaurante sumamente lujoso sin darse cuenta.
Dio un paso al frente y tocó la puerta, al principio no escucho nada pero sólo unos segundos después escucho unas pequeñas pisadas.

La puerta fue abierta por ella, tan hermosa como el día en que la conoció, llevaba un bello vestido blanco con franjas negras a los lados y una cinta del mismo color bajo el pecho.
Por unos instantes no supo que decir, pero a pasos cortos se fue acercando a ella, la vio sonriendo con las mejillas sonrojadas y él sonrió también.

-Eres la mujer más hermosa que mis ojos han visto-le dijo con voz suave mientras tomaba su mano y depositaba un beso en su dorso.

Ella soltó una risita de lo nerviosa que estaba, el iba muy formal y se veía demasiado apuesto.

-Tu te ves muy apuesto... aunque por lo que veo siempre lo has sido-dijo con una pequeña sonrisa y él no pudo evitar sonrojarse.

Le extendió su brazo para que ella se aferrara.

-Apareceremos cerca del restaurante, ¿estás de acuerdo?-le pregunto, no quería que terminara en el suelo debido al mareo.

-Por supuesto, esta vez lo soportaré mejor-asintió sonriente y apretó su brazo.

-Bien, vamos-caminaron cerca de un callejón y al ver que no había nadie al rededor James la tomó de la cintura y la pegó a su pecho.

Nerviosa, se agarro de su torso y sintió un revoltijo en su estómago.

-Llegamos... Estas bien?-asintió abriendo los ojos.

-Todo bien, podría acostumbrarme-le respondió con una sonrisa y él hizo lo mismo.

Caminaron a la entrada del restaurante, Caru' cu bere.

Un restaurante histórico en la capital de Rumania, tiene los precios más elevados entre los demás restaurantes .
Lo miro nerviosa, ella no estaba acostumbrada a comer en lugares lujosos, pero haría el intento.

Después de todo, en su niñez vio ese mismo restaurante de lejos, decían que por dentro parecía un museo.
Ambos entraron y quedaron fascinados.

Había un balcón con vista a la entrada del restaurante y tenían razón, todo el lugar parecía un museo antiguo.
Era muy hermoso.

Ambos tomaron haciendo en el medio del restaurante y ella sonrió nerviosa al ver que mucha gente los miraba.

Pero después de verlo a él, tan lindo, sonriendo con nerviosismo decidió poner atención a su cita y no a las demás personas.

Oceánida. [James Potter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora