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James Potter era feliz, al menos eso pensaba ya que por fin consiguió que Lily Evans fuera su novia, ya hace medio año que Lily Evans le dio el "si" medio año estando con la mujer a la cual persiguió toda su adolescencia, y sus amigos siempre han estado ahí quiénes, eran como sus hermanos.
Y su sueño de convertirse en auror estaba dando sus frutos, en ese instante él estaba frente al jefe de aurores.
-Ustedes cuatro irán a Rumania, específicamente en Tulcea-Dobrogea, rastrearon hasta ese lugar a tres Mortifagos y ustedes no harán nada más que buscarlos y dar aviso a nosotros en caso de si estén ahí-señaló a James Potter, Sirius Black, Frank Longbottom y Beck Neuner.
Los cuatro hicieron muecas, nunca les permitían poder tan siquiera atraparlos y eso les molestaba pero también lo entendían, eran pruebas de ver que tan bien acataban las órdenes.
-¿Y cuando nos iremos?-Cuestionó Beck.
-Ahora mismo, por supuesto sólo podrán recoger cosas indispensables para llevarse porque estarán un mes allá-James hizo una mueca, era mucho tiempo estando lejos de casa, lejos de Lily.
Pero tenía que aceptar si realmente quería convertirse en un auror.
-Este traslador los llevará directamente a una casa en donde se quedarán, estará listo a las 5:00 de la tarde, sean puntuales por favor y pueden retirarse-Sirius agarró el traslador y salieron todos juntos.
-Vamos a reunirnos en la casa de cornamenta-espeto Sirius mientras salía corriendo y dejaba el traslador tirado.
-Bien nos vemos allá-James apareció en la sala de su casa y subió a su habitación, guardó todo en una mochila con un hechizo expansivo, realmente no hecho muchas cosas poca ropa, un libro que nunca leerá, su escoba por si tenían un tiempo libre para jugar y una foto de Lily por supuesto.
-¡James!-Al escuchar el grito bajo corriendo y observó a Lily parada en medio de la sala, camino hacia ella y la abrazó besando su mejilla.
-Lily ven, tengo que decirte algo-la jaló de la mano y ambos se sentaron el sillón.
-¿Sucede algo malo?-Cuestionó la pelirroja mientras tomaba su mano.
-Si...estaré lejos de casa, iré a Rumania en busca de Mortifagos y estaré allá un mes-bajó la cabeza de manera triste y lo único que sintió fue una mano en su mejilla.
-Eso es muy malo, pero no puedes evitarlo, ve, yo estaré aquí esperándote todo el tiempo, sólo prométeme que te cuidarás-le dijo con una sonrisa y le di un beso en los labios.
-Prometo cuidarme y regresar Lily, espero regresar cuanto antes pero siempre estarás en mi bolsillo-sacó con una sonrisa la foto que había guardado y una vez más se despidió con un beso y una sonrisa.
Salieron y encontraron a los demás chicos afuera, Frankie y Beck estaban hablando y Sirius buscaba algo, suponía que el traslador qué había dejado tirado.
Apretó la mano de Lily con la promesa de qué volvería pronto y se fue con los demás chicos, sacó el traslador y al siguiente segundo estaban dentro de una casa junto al mar.
-¿Así que este es el famoso Mar Negro?-Preguntó Sirius al ver todo el mar rodeándolo.
-Bien, empezaremos mañana con la búsqueda hoy simplemente hay que acomodarnos-dijo Frank y fue el primero en subir corriendo a la primer planta.
De ahí lo siguió Beck, mientras James y Sirius salieron a ver el mar.
-Ojalá pudiéramos vivir así, en paz y no intentando sobrevivir una guerra-dijo Sirius con dolor ante el recuerdo de todo lo que han pasado.
-Lo superaremos canuto, por esa razón venimos aquí-le contestó.
-Es mejor ir adentro y descansar, no quiero tener sueño mientras trabajamos-se agachó para tomar un poco de arena y se lo aventó a Canuto.
-¡Cornamenta, entró en lugares en donde ni el sol entra!, ¡tu me bañaras!-Salió corriendo detrás de él con arena en sus manos también.
-¡Ni en tus más profundo sueños Canuto-subió las escaleras de manera rápida y entró a la primera habitación que encontró vacía, observo por la ventana, era un lugar hermoso sin duda alguna.
Observó más al fondo, una chica llamó su atención, estaba parada en medio del agua con su vestido blanco y largo junto a su abundante cabellera rubia moverse en el agua.
Le restó importancia y desempacó todas sus cosas, por ahora el sólo descansaría, mañana sería un día agitado.
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