Capitolul paisprezece

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Unos momentos después se encontraba en su casa junto a James y su mejor amigo

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Unos momentos después se encontraba en su casa junto a James y su mejor amigo... Sirius.

-¿Que fue lo qué pasó Sirius?-cuestiono James al ver la cara decaída de su novia.

-Bueno, después de que me dejaras para morir solo... decidí buscarla y ver si realmente era una buena mujer para ti.

Abir sonrió al escuchar eso, ni su propia amiga se preocupaba tanto por ella.

-Pero qu-Sirius lo interrumpió.

-Perooo, puede que la hayan despedido por mi culpa-le sonrió a James y él solo lo vio con enojo antes de brincar encima suyo.

-¡Maltito perro pulgoso-ella se levantó a separarlos.

-¡James!, ¡Detente!-lo jalo del brazo y tomó su rostro-esta bien, no estoy molesta solo... estoy decaída.

-¿Como puedes estar bien después de que te despidieran?-el miro una vez más Sirius que sonreía con vergüenza.

-El me ayudó-James la miro en espera una explicación-unos clientes estaba acosándome y se atrevieron a tocarme a pesar de que dije que tenía novio y no estaba interesada-explicó y James solo se acercó a ella para tomar su mano y besarla.

Ella sonrió ante el gesto y miro al mejor amigo de su novio.

-Té lo agradezco, muchas gracias por ayudarme-le agradeció sinceramente.

-Solo quiero saber algo-asintió y lo miro interrogante-¿Por que no haces nada en ese tipo de situaciones.

Sonrió y se sentó una vez más.

-Necesitaba el trabajo, vivo sola y necesito pagar mis cosas... no tenía otra opción más que aguantarme-se encogió de hombros con resignación al recordar por un breve momento las dificultades de su trabajo.

-Bueno, tiene sentido-Sirius asintió y James solo pudo mirarlo mal para mirar a su novia con preocupación y cariño a la vez.

-Abir, no necesitas trabajar más yo puedo darte lo que necesitas-ella negó sonriendo con ternura.

-James, no es necesario, encontrare otro trabajo pronto-explicó y negó.

-Bueno, aunque sea déjame ayudarte por el momento-pidió y ella suspiró, presentía que él no pararía de insistir hasta que ella aceptara.

-Bien, pero solo hasta que encuentre trabajo, ¿De acuerdo?-el asintió feliz y la beso sin previo aviso.

Ella le siguió aquel beso, hasta que recordó que no estaban solos, intento empujarlo pero él la abrazó más por su cintura y sin poder evitarlo mordió su labio.

-¡Hey!-el se alejó de golpe mientras tocaba su labio.

-Compórtate-lo reprendió y miró a Sirius con vergüenza, pero él parecía tan... sorprendido.

Oceánida | James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora