Oceánida. [James Potter]

Capitolul treisprezece

Un día, un solo día fue el más maravilloso de la vida de James.
Después de dejar a Abir en su casa, él llegó a la suya con los chicos en donde fue interrogado por Sirius.

Sirius simplemente veía con preocupación a su mejor amigo, parecía hechizado, incluso se atrevió a preguntar si ella no lo había envenenado con algo.

Por supuesto, James no se tomó de buena manera ese comentario y lo convirtió en perro hasta la mañana siguiente.
Algo humillante por que aparte de eso, lo dejo dormir afuera y tuvo que robar algo para comer, una humillación que prefería guardar hasta el día de su muerte.
Cuándo amaneció seguía siendo un perro, así que aprovechó su condición para espiar a las nueva novia de James.

Es cierto que el parecía muy enamorado, sin embargo quería estar seguro de qué no había nada oculto detrás de ese enamoramiento que creció demasiado rápido.

No quería verlo sufrir ni volver a ver como encerraba al verdadero James como lo hizo con Lily Evans, después de todo la relación con la cual tanto soñó fue una tortura para el y no quería que volviera pasar lo mismo.

Así que se dirigió a la cafetería en la cual sabía que ella trabajaba.
Se sentó y observó el lugar, una cafetería sin duda alguna muy grande, había venido anteriormente con los chicos cuando por lo que recuerda fue el día en el que James conoció a su actual novia, Abir.

La vio brevemente cuando James la salvó de ese mortifago, aunque no lo suficiente como para recordar su rostro con detalle.
Lo único que recordaba era que tenía cabello rubio y ojos azules.

Estaba viendo el interior de la cafetería cuando sintió una caricia en su cabeza.

-Hola-volteó y la vio a ella, o al menos él estaba seguro de qué ella era la famosa Abir.

Se acercó a ella y comenzó a olfatearla, tenía un aroma a cereza.
Ella le sonrió y él comenzó a moverse emocionado cuando ella le enseñó lo que parecía un pan y lo aceptó gustoso, por culpa del novio de ella estaba a punto de morir de hambre.

La vio entrar y tomar un pequeño tazón en donde le sirvió agua, agradecía que lo ayudara y agradecía que James haya encontrado una novia como ella.

Sirius estuvo todo el día parado fuera de la cafetería mientras la veía trabajar, era sin duda alguna una persona muy linda, demasiado... educada.

Desafortunadamente le tocó presenciar como tres chicos la acosaban, por lo que pudo interpretar uno de ellos que era de cabello rojizo y ojos marrones pidió una cita con ella, ella se negó por lo que vio y el chico junto a sus amigos la molestaron por un rato más.

Observó a una persona salir y él entró rápidamente, se acercó a una plata que estaba cerca de esa mesa y se escondió detrás para escuchar mejor.

-Ella es muy hermosa-escucho a un amigo.