Capitolul nouăsprezece

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Abir estaba confundida, abrió sus ojos levemente pero los cerró de golpe al sentir el ardor

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Abir estaba confundida, abrió sus ojos levemente pero los cerró de golpe al sentir el ardor.
Los volvió a abrir y el ardor desapareció pero veía muy borroso, así que con cuidado cerró y abrió los ojos hasta que pudo ver con claridad.
Y en su visión apareció James tomando su mano izquierda mientras él dormía con su cabeza apoyado en la camilla y sentado a su lado.

Estiró su otra mano y acarició su rostro, pero él se levantó de manera rápida y se quedó estático en su lugar.

-¿Abir?-sonrio y sin perder tiempo le abrió los brazos para que él la abrazara.

Y así lo hizo, James no perdido ningún segundo cuando ya la tenía completamente envuelta en sus brazos, mientras le daba besos en el rostro y en el cuello.

-No sabes lo preocupado que estaba mi amor-le acariciaba aquel cabello azabache rebelde que tenía mientras él seguía llenándola de besos.
Hasta que ella se separó un poco y lo miro a los ojos, unos bellos ojos marrones que solo la veían ella

Y no lo pudo evitar, ella lo jalo y lo besó ferozmente, un beso que hizo que el mismísimo James Potter dejara de pensar y se dejara llevar ante aquel beso que estaba recibiendo.

Ambos estaban tan concentrados en el otro que solo se separaron ante el carraspeo de alguien.

Se separaron completamente sonrojados y con los ojos más brillantes que de costumbre y voltearon.
James solo pudo sonrojarse aún más cuando vio a sus padres verlos atentamente, pero a pesar de eso no quito la sonrisa que creció en su rostro.

Abir estaba nerviosa, pero confundida al ver a esas personas frente a ella, mientras se acomodaba mejor en la camilla los observaba atentamente, hasta que vio mejor al hombre y su vista fue a dar a James.

-¿James?

-Abir-el tomó su mano mientras la miraba con pena y una sonrisa-No quería que así los conocieras, pero te presento a mis padres, Fleamont y Euphemia Potter, ellos cuidaron de ti cuando yo no podía.

Ella los miro sorprendida, pero luego esa sorpresa se convirtió en vergüenza al recordar como los encontraron, pero decidió dejar de lado aquella vergüenza y hablar.

-Es gusto por fin conocerlos y lamento que nos hayan encontrado de esa manera-La mamá de James hizo un gesto con la mano restándole importancia y se acercó.

-No hay nada de que avergonzarse, mi James siempre ha sido alguien muy expresivo desde niño, me alegra saber que alguien por fin pueda amarlo como se debe-sonrio y miro a James que solo podía sacudir su cabello ante el nerviosismo.

-Asi es, pero dejando de lado eso, ¿Como te sientes hija?-ella sintió su corazón pararse por un segundo, el padre de James la acababa de llamar hija... una palabra que no había escuchado desde hace un año.

-Me siento muy bien, Gracias por cuidarme-Agradeció.

-No hay nada de que agradecer, estamos encantados de cuidar de ti, después de todo ya eres de la familia-sonrío con lágrimas en los ojos por lo dicho por ellos.

Oceánida | James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora