Taehyung se encuentra, nuevamente, en la incómodamente lujosa suite, a la misma hora y en el mismo lugar, como se le indicó y pagó. Está sentado con las piernas apretadas y las manos en el regazo. Sus largos dedos torpemente entrelazados y tirando el uno del otro distraídamente.
Jungkook no está allí, pero Julia sí. Está tirada en la cama boca abajo con los tobillos cruzados y levantados en el aire. Está con la barbilla apoyada en la palma de la mano. Sus ojos están intensos y enfocados en él. Sus labios, tal vez secos porque los lame mucho, se estiran perezosos y sensuales en su rostro. Sus pestañas baten lentamente, ilícitamente, de alguna manera sugerente.
Tiene miedo de que el sonido de su trago resuene en la habitación, que ella pueda escuchar su respiración, como él que puede escuchar los pequeños suspiros que ella hace a propósito. Son suaves e innecesarios y bordean los gemidos cuando son expulsados a través de sus labios.
-¿Estás nervioso, Taehyungie? - Julia dice y suena como un suspiro también, entrecortado y pausado.
Sus ojos disparan a los de ella. Solo su hermana lo llama así y él siente que su boca lo ensucia, no quiere volver a escucharlo.
-No - Es una mentira tan flagrante que es innecesario siquiera intentar convencer. Sin embargo, mantiene la barbilla en alto -No es como si tuviera que hacer algo - La justificación falla porque cuando la expresa suena más por su propio bien y no por el de ella.
-No tienes que hacerlo – Ella sonríe, se divierte, y algo nuevo está brillando en sus ojos ahora mientras se lanzan hacia Taehyung. Su lengua cubre sus labios de nuevo mientras se estiran con astucia fría –Aunque puedes si quieres.
-¿Qué? - Palidece y la pregunta se desliza por su boca de manera brusca. Sobre todo como un grito ahogado, airoso, pero diferente al de ella, definido por la incredulidad. Sus ojos buscan las burlas, verla reírse de él por caer en sus implicaciones, pero todo lo que ve es su comportamiento felino, casi perverso, sugerente.
-¿No quieres tocarme, niño bonito?
Se le está ofreciendo y la sangre de Taehyung se calienta con la pregunta inmediata de: ¿Qué pensaría Jungkook? ¿Qué haría? ¿Cómo se verían sus ojos? ¿Reaccionaría o lo pasaría por alto, permitiéndose verse calmado y sereno, manteniendo esa conducta fría y completamente frustrante? Taehyung se pregunta si se levantaría del sofá, miraría a su novia directamente a los ojos y le diría que sí quiere tocarla, que quiere hacerle todo.
-No - Sin embargo, y en cambio, aprieta los labios con fuerza y niega con la cabeza, expresándose suave y breve.
Julia se endereza sobre sus rodillas y sus labios ya no tienen una sonrisa, sino que están colocados en una línea. Sus ojos tienen los párpados entrecerrados.
-Estás mintiendo - Acusa sombríamente.
Taehyung no sabe cómo habría respondido necesariamente, pero no lo hace porque, de todos modos, en ese momento Jungkook irrumpe.
La puerta se golpea ligeramente contra la pared y Taehyung se estremece instintivamente. Todo es tan caro allí que, simplemente, es una falta de respeto tratar las cosas así, pero Taehyung rápidamente se olvida de todo eso porque Jungkook vibra tan negativamente. Literalmente lleva consigo una energía de rabia frustrada que es atípica hasta para el mismo Jungkook, pero similar a los rumores que ha oído sobre él. El Gemelo Perverso, Violento y Vituperante, al que le gusta lastimar.
Cierra la puerta detrás de él, y la cerradura automática hace un clic brusco. Taehyung casi se estremece de nuevo en su lugar cuando sus ojos se sellan con fuerza en el chico que entra posesivo con el espacio que lo rodea. Ignora la presencia de Taehyung por completo, pero difícilmente puede ofenderse ya que Jungkook tampoco reconoce a su novia mientras camina hacia un armario y saca una botella de whisky para luego sacar un vaso.
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Debe estar soleado. // -KOOKV-
Fanfiction"A Kim Taehyung le fascina observar a las personas de la alta sociedad sin que ellas lo sepan, al fin y al cabo, su trabajo se lo facilita. Pero, en particular, le encanta ver a Jeon Jungkook y a su novia. Sin saber que la fijación por él iba en la...