Capítulo XI

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Despierto por culpa de la alarma, algo sobresaltada e inmediatamente busco a un lado de mi cama una presencia, pero no había nada, estaba igual que ayer, vacía.

Después de despertar un poco más me sobresalté por mi acción repentina, es que ¿acaso me esperaba encontrarme a Toji?

Algo en mi interior me decía que había estado aquí, ¿o quizás sólo serán mis deseos los que me provocan este sentimiento?

Me sentía tan confundida, hasta que recuperé la razón completamente, es ridículo, él ya tuvo lo que quería, no sé porque sigo esperando a que entre por mi puerta, aunque me gustaría que tocara como una persona normal, en lugar de forzar la cerradura.

Me pare a hacer todo lo que tenía que hacer antes de ir a mi trabajo y mientras tanto recordé que la única vez que Toji tocó la puerta fue cuando vino herido.

Aunque tiene sentido, no podía abrir por sí mismo si una de sus manos estaba apretando su herida.

Algo dentro de mí se removió al recordar cómo se veía esa noche, me preocupe tanto que no podía estar tranquila, al día siguiente estuvo como si nada, pero lejos de sentir que había exagerado con mi preocupación me dio tranquilidad.

Desayuné, lavé mis dientes y por fin salí de mi casa, me pediré un taxi a mi trabajo, no quiero pasar frente a la panadería o al bar de Toji, me inundarían los recuerdos sobre él y eso es lo que menos quiero.

Aproximadamente unos 5 minutos después llegué a mi trabajo, llegué apenas 10 minutos antes de mi hora de entrada por culpa de mis divagaciones sobre Toji.

Suspiré y me dije en un susurro para mí misma -concéntrate, no puedes distraerte en el trabajo-

Pero una voz masculina me sacó de mis pensamientos asustándome.

-Lo siento mucho, no quería sorprenderte, sólo te pregunté si todo estaba bien- me volteé a ver al dueño de aquella voz encontrándome con mi superior, el mismo que me quitó el aliento desde que entre a trabajar aquí y por el cual mis sentimientos -hasta ahora- estaban dirigidos.

-Nanami-san, disculpe, es que estoy un poco distraída, pero si todo está bien- le sonreí mientras un leve rubor por la vergüenza abarcaba mis mejillas.

-No te preocupes, si no tienes nada entonces regresaré a mi escritorio- dijo mientras con una leve inclinación se retiraba a su lugar.

En el momento en que se fue retomé mi posición inicial y la duda de porque vino a verme invadió mi mente.

-Su pan- fue a la primera conclusión a la que llegué, sintiendo un pinchazo en mi pecho y provocándome una inaudible risa sarcástica, supongo que eso fue lo que llamo su atención encontrando de excusa lo distraída que estaba.

Aunque, a decir verdad, yo evité la panadería porque ahí fue donde Toji y yo nos reencontramos por "casualidad" como él lo quiso llamar, así que el pan de Nanami-san se me olvidó completamente, aunque debo decir que estoy algo sorprendida de que lo haya olvidado.

Pero dejando eso de lado y si soy sincera, me duele un poco que Nanami-san ni siquiera vea una amiga en mí, apuesto a que sólo soy una colega más que es menor que el tanto de edad como en posición.

Creo que fue algo narcisista de mi parte pensar en que de alguna forma lograría llamar su atención, mínimo como para formar una amistad.

Si soy sincera conmigo misma, en la escuela nunca tuve ese problema y no es que yo sea una persona egocéntrica o algo por el estilo, simplemente soy consciente, a parte, no es como si fuera por ahí jactándome sobre como luzco.

LIGHTS DOWN LOW || Toji Fushiguro X Lectora || JJK (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora