Capítulo I

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Estaba saliendo de un día normal de trabajo, ya era un poco tarde, pero esa noche tuve el extraño deseo de caminar, mi trabajo no me quedaba tan lejos de mi apartamento, por lo que caminar por la calle era algo que me podía permitir, aunque sinceramente no me gustaba, las calles en la noche me dan miedo por obvias razones y es que en el lamentable mundo en el que vivimos una mujer ya no puede caminar sola ni siquiera de día.

Pero especialmente esta noche tuve esa necesidad, traía zapatos de tacón, pero no me molestaban, creo que por eso considere caminar y ahora aquí estoy.

El único ruido que había era el de los carros pasando, también un tenue murmullo de unas pocas personas pasando, eso y la noche estrellada que había eran un muy buen ambiente, creo que eso también influyo a mi decisión de caminar; todo se siente tan pacifico y sereno, estamos a mediados de año, es por esa razón que no hace calor, pero tampoco frio, la brisa que me acompaña es perfecta y los faroles que alumbran la calle solo hacen el ambiente mucho mejor.

En estos momentos no tengo nada para quejarme sobre mi vida, lo único que me causa un leve descontento es que es muy monótona, de lunes a viernes tengo la misma rutina y los fines de semana no hago absolutamente nada especial, de hecho, cuando hago algo es muy rara la ocasión y a decir verdad no tengo muchos amigos, aun así, con los que tengo me siento bien.

Y como si lo hubiera manifestado algo malo me tuvo que pasar en mi noche perfecta y es que pise un bache y se rompió el tacón de uno de mis zapatos quedando unido a este solo por una fina tela.

Murmuré una maldición leve y cojeando me metí a una calle que si bien no estaba oscura era un poco mas opaca porque solo la iluminaban las luces de los bares, cabe aclarar que es una calle que da a mi apartamento y no me metí solo porque sí.

Me recargue a fuera de uno de los bares a un lado de la puerta y baje la cabeza para revisar mi zapato, cuando escuche el sonido de una moto que se acercaba.

- ¿Estas esperando a que abran el lugar? - Pronuncio una voz grave que me sobresalto.

Alcé la cabeza y el dueño de esa voz era un hombre alto, fuerte, pelinegro, con una cicatriz al costado del labio y debía admitir que muy atractivo.

-No, estoy revisando mi zapato- Respondí rápida y cortamente, pues a decir verdad no me gusta hablar con extraños, en especial si son hombres, me pone muy incómoda y nerviosa.

Vi que se fijo en mi pie y puso cara de que entendía mi situación, acto seguido me miro bien a la cara y sonrió ladinamente.

- ¿No quieres pasar y al final de mi turno te llevo a tu casa? - Dijo con esa sonrisa intacta en su rostro.

Me puse nerviosa por su pregunta, a decir verdad, aparte de que me incomodan los extraños también me dan un poco de miedo, creo que soy demasiado introvertida para este mundo lleno de extrovertidos.

Suspire pensando en cómo decirle que prefería tomar un taxi a mi casa, pero en vez de eso solo logre bajar mi cabeza y empezar a jugar con el tacón colgando de mi zapato logrando pronunciar en voz baja -no se preocupe por favor, me iré sola- y como era de esperarse el solo escucho un murmullo, por lo que frunció el entrecejo y se acercó a mí, acción que hizo que mis nervios crecieran y cuando estaba a unos centímetros de mi cuerpo pronuncio - ¿Qué dijiste? Tu bonita cara me distrajo, no pude escuchar. – Su respuesta me sobresalto y ruborizo un poco, alcé la cabeza y estábamos a escasos centímetros del otro, trate de repetir lo que le había contestado anteriormente, pero solo logre gesticular lo que quería decir y unos cuantos sonidos salieron de mi boca, gracias a la sombra que el hacia por estar frente a mi casi no se distinguían nuestras caras, por lo que vio mi boca moverse, pero no mi rubor.

Soltó una risa nasal y se separo solo un poco de mí, cuando lo hizo solté el aliento que ni siquiera sabía que estaba reteniendo, dejándome en una postura más relajada.

-Bonita, no tienes porque ponerte nerviosa, no te hare nada, a menos que tu quieras- dijo con un poco de diversión y volviendo a poner la misma sonrisa que tenía hace un momento.

Aclaré mi garganta y le dije que prefería tomar un taxi, pero que agradecía su preocupación; borro su sonrisa y alzo una ceja -entiendo que no confíes en mí- relajo su cara y volvió a sonreír recargando la parte superior de su cuerpo en frente de mi a un lado de la puerta y diciéndome -pero no te preocupes, estoy planeando que dejemos de ser desconocidos, soy Toji Zen'in, pero solo dime Toji. –

LIGHTS DOWN LOW || Toji Fushiguro X Lectora || JJK (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora