Diario de una gótica (Corrigiendo)

Capítulo 7 (Corregido)

(La casa de Vincent, en multimedia)

Dedicatoria a los lectores que comentaron en el capítulo anterior:

BellaBlood (Primer comentario)

andreapachecochoque (Segundo comentario)

beccaboone (Tercer comentario)

★★★★★★★★★★★★★★★

Pov Marcus:

Valery continuaba en silencio y esa fue la respuesta que necesitaba para saber que algo malo le había pasado y el alcohol parecía tener mucho que ver en ello. De momento no quería hurgar más en la herida así que decidí cambiar de tema para deshacer la tensión del momento.

—Y dime, ¿qué tal tu hermana Nicky? Nataly no ha parado de hablar de lo bien que se llevan desde que se conocieron —Le pregunté mientras caminábamos hacia el jardín trasero.

—Ella está genial, se lleva de maravilla con tu hermana y no para de hablar de todas las cosas que hacen juntas. Por cierto, he notado que tu amigo es algo más mayor que el resto de tus amigos y tú, ¿qué edad tiene? —Me preguntó ella para luego dar otro sorbo a su botella de agua.

— ¿Te refieres a Vincent? —Le pregunté alzando las cejas.

Ella asintió mientras continuaba bebiendo agua y mirándome de reojo.

—Sí, él tiene dieciocho. Va a empezar la universidad dentro de poco, pero aún le falta graduarse en el instituto de modo que Vincent está yendo a las clases para adultos durante la tarde —Le expliqué señalándole un columpio de madera para dos personas.

Valery se sentó a la izquierda y dejó la botella de agua entre nosotros.

— ¡Oh, entiendo! Tiene muchos tatuajes y creo que algunos piercings también, son impresionantes —Dijo ella con una media sonrisa.

Su comentario por alguna razón provocó un pinchazo en mi interior y de repente me encontré a mí mismo mirándola con el ceño fruncido.

— ¿Te gusta Vincent? Quiero decir, ¿es tu prototipo de chico ideal o algo así? —Le pregunté mientras desviaba la mirada, pero al mismo tiempo prestando mucha atención a sus próximas palabras.

—Antes de venir a Los Ángeles sí, pero ahora... Bueno, digamos que tengo otros gustos —Dijo Valery mirando cada esquina del jardín con una sonrisa relajada.

— ¿Y puedo saber cuál es tu nuevo prototipo de chico? —Le pregunté acercándome un poco más a ella de forma disimulada.

— ¿Por qué? ¿Acaso quieres saber si tú cumples con mis exigencias? —Me preguntó ella con una sonrisa juguetona.

—Tal vez... —Le respondí sonriéndole del mismo modo y acercándome aún más a ella.

Nuestros ojos conectaron en el acto, mientras mi mano volaba hacia su mejilla para rozar delicadamente mis nudillos contra ella.

— ¿Qué...qué estás haciendo? —Me preguntó ella mirándome nerviosa, al mismo tiempo que pasaba su lengua por sus labios.

Eso atrajo mi mirada hacia ellos y bajé un poco el rostro, volviendo a fijar mis ojos en los suyos.

— ¿Puedo besarte? —Le pregunté yo con una tímida sonrisa.

— ¿Normalmente sueles pedir permiso a las chicas a las que besas? —Me preguntó ella con las cejas enarcadas y una media sonrisa.